Digamos que, en efecto, no es relevante que seamos el tercer país con más muertes por Covid.

Digamos que, sí, es muy importante recordar todos los días que tienes un montón de camas con ventilador disponibles, como si ese hecho no fuera una representación del fracaso de tu estrategia, cuando muere tanta gente todos los días, en vez de una prueba de tu éxito.

Digamos que, contra todo sentido común, pero también contra toda experiencia exitosa (Vietnam, Corea del Sur, Taiwán, Alemania), y toda recomendación de los que medio le saben, de la OMS a las universidades gringas, a varios epidemiólogos mexicanos y extranjeros, no es necesario hacer pruebas, o sea, saber quién está enfermo y con quién ha estado en contacto, por aquello del aislamiento, para enfrentar una pandemia.

Digamos que no hay que multiplicar por tres el número de contagios y el número de muertes. O por 10, según a quien le creas.

Digamos que la Universidad Johns Hopkins se equivoca y no tendremos siete millones y medio de personas infectadas en unos meses.

Digamos que el New York Times forma parte de un compló contra el Presidente, con otros ocho o diez medios de los más importantes del mundo, y que no es cierto que la cantidad ínfima de pruebas que hacemos esconde, o intente esconder, una mortandad mucho mayor que la que indican los números oficiales.

Digamos que el Presidente es efectivamente una fuerza moral, y no de contagio.

Digamos que es normal que hayas calculado seis mil muertes y que llevemos, ya, nueve veces ese número, y que pasen las semanas, una tras otra y otra más, y el número de muertes nomás no baje, sino más bien todo lo contrario.

Digamos que el cubrebocas está sobrevalorado, como intentas decirnos un día sí y otro también, y contra lo que dicen, otra vez, las experiencias menos dolorosas en el mundo (esos dos muertos que tiene Vietnam, con sus 90 millones de habitantes, contra nuestra masacre), que tuviste tiempo de adoptar.

Digamos que el hecho de que un porcentaje muy importante de los estados con más muertes y contagios estén gobernados por Morena es una coincidencia.

Digamos que el Presidente no dijo que esto ni a influenza llegaba.

Digamos que no repites lo de que se aplanó la curva cada tres semanas y que luego, sin excepción, mueran más y más personas.

Aceptemos todo eso (y la verdad es que es demasiado aceptar). ¿Por qué las risas, con 50 y pico mil muertos? ¿De veras estás contento? ¿No hay nada que te moleste, nada que te meta ruido? Es pregunta.

 

                                                                                                               @juliopatan09