Por siglos, las marchas en todo el mundo han sido para protestar y obtener conquistas ciudadanas; así se logró el voto de la mujer, se han alcanzado conquistas en pro de los derechos humanos, de la igualdad y se ha transitado a una mayor democracia.

Sólo en dictaduras se ha marchado para alabar al líder, como Castro, Lenin, Stalin, Hitler, Franco, Pinochet; manifestaciones convocadas por el propio jefe, organizadas por sus más fieles súbditos quienes, con tal de halagar y quedar bien con su mesías, obligaban a la gente a acudir a las marchas que tenían de todo, menos espontaneidad.

Ayer, los mexicanos fuimos testigos de cómo en México un país con un régimen democrático, López (aunque no les guste a sus seguidores, así se apellida) convocó a una gran manifestación, el objetivo: festejar cuatro años de su triunfo electoral.

La gran convocatoria que tuvo la marcha en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y la democracia el domingo 13 de noviembre en todo el país, ocasionó la furia del primer mandatario quien, al calor del enojo, amenazó con realizar otra gran manifestación, pero para alabarse él mismo.

Por supuesto que hubo acarreados y, aunque el Presidente haya hecho mofa de ello, políticos de partidos oficialistas confesaron fuera de grabadoras que sí apoyaron con los gastos y camiones a los asistentes a la manifestación; las organizaciones afines a Morena también obligaron a sus agremiados a ir a marchar.

En el Gobierno federal y locales encabezados por Morena, también obligaron a sus trabajadores a acudir a la marcha en la capital del país, de lo contrario, advirtieron represalias en su contra.

Largas filas de autobuses, concentraciones para pasar lista, incluso el pago de 200 pesos por asistente, fueron algunas de las características de la incongruente marcha en defensa de López Obrador.

Si el Presidente tiene el apoyo real que presume, qué necesidad de convocar a una marcha que lo único que dejó fue mayor encono y división entre los ciudadanos; qué necesidad de hacer uso de recursos públicos para pagar a los camiones que trajeron de todo el país; qué necesidad de usar los canales oficiales del Gobierno para transmitir la manifestación.

El 13 de noviembre no hubo camiones de acarreados, no se pasó lista y la manifestación no fue sólo en la Ciudad de México, sino en más de 40 ciudades del país, fue nacional.

Sin duda, ayer, cientos de los asistentes marcharon por convicción para apoyar al primer mandatario y celebrar los cuatro años de su administración, más no cuatro años de logros; sin embargo, miles sí fueron obligados.

No cabe duda, hay de marchas a marchas; las de los hombres libres y convencidos y las de los seguidores ciegos y de caricatura.

Y en Pregunta Sin Ofensa:

En México,11 mujeres al día pierden la vida a causa de la violencia, más de 50 millones de mujeres han experimentado, al menos, una situación de violencia a lo largo de la vida, es decir que una de cada tres mujeres ha sido violentada. ¿A pesar de estos números, se atreven a celebrar su gobierno?

 

@aguilarkarina