La violencia que se ha dado en las protestas de este año, atribuida a grupos de corte anarquista, no cederá e incluso podría radicalizarse por las condiciones que atraviesa el país, advirtieron especialistas en fenómenos sociales consultados por 24 HORAS.

 

El investigador y científico social de la UNAM Carlos Antonio Aguirre Rojas, firmante de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, consideró que la agresiva política de reformas del actual gobierno, combinado con condiciones cada vez más desfavorables para la protesta, repercutirá en la agresividad de los movimientos.

 

“Lo único que esto puede provocar es agudizar el conflicto social, el descontento y provocar más movimientos y rebeliones; se están cerrando además los espacios democráticos y con eso también se va atizando el descontenta y la protesta”, consideró.

 

Aguirre sostuvo que el regreso del PRI al gobierno federal coincidió con un endurecimiento del “diálogo”, lo que genera polarización social. “La presencia de grupos cada vez más radicales y posiblemente más violentos es la expresión de este endurecimiento”, dijo.

 

El catedrático del Departamento de Estudios Jurídicos y Sociales del Tecnológico de Monterrey, Sergio Bárcena Juárez, dijo que la política reformista de un gobierno como la que ahora se presenta, genera desestabilidad en las estructuras sociales y afectación de intereses, lo que acarrea protestas.

 

Anarquistas e infiltrados

 

El comunicado de “La Coordinadora de las Sombras”, que reivindica hechos cometidos por células anarquistas, exhibe desde el punto de vista de Bárcena, una forma de anarquismo “individualista” y no improvisado.

 

“Se percibe (de los comunicados) un anarquismo individualista no colectivista, donde  el individuo como sí tiene la probabilidad entera, sin vivir con el estado y estructuras de dominio (…) además  cuenta que no se trata de un movimiento esporádico, sino más organizado, con raíces profundas y con una organización no solo nacional sino metaterritorial”, indicó.

 

Ambos especialistas coincidieron en la posibilidad bastante alta de que en estos grupos, también haya personas infiltradas por el gobierno para desestabilizar las condiciones  del movimiento.

 

Aguirre subrayó que el análisis de la conformación de estos grupos es complejo. No obstante, dijo que siempre hay alternativas no violentas como la que se plantea en el “neozapatismo” de la sexta Declaración de la Selva Lacandona, para que el cambio se busque de forma pacífica.

 

Preocupa espiral de violencia

 

Las manifestaciones en la ciudad de México evidencian una espiral de violencia “muy grave” que de ninguna forma puede avalarse, dijo Emilio Álvarez Icaza, secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por ello hizo un llamado a autoridades y manifestantes para ejercer derechos y obligaciones de forma responsable.

 

Indicó que la CIDH solicitó al Gobierno capitalino información sobre estas manifestaciones, pues dijo que se recibió información también de activistas de derechos humanos que fueron golpeados.

 

El ex titular de la Comisión de Derechos Humanos del DF adelantó que en breve habrá un posicionamiento más amplio de la Comisión Interamericana.

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