Las acciones de Dexia han sido suspendidas de su cotización en la Bolsa de París y Bruselas hasta el 10 de octubre a petición del regulador bursátil belga. En su último movimiento antes de la suspensión a cinco minutos de las 4 de la tarde (hora local) los títulos de la entidad francobelga, cuyos problemas financieros han reavivado las dudas sobre el conjunto del sector europeo, sufrían una fuerte caída del 17.24% hasta los 0.85 euros. Excluido el respiro de ayer, sus acciones han sufrido en las últimas semanas un duro correctivo.

 

En Bélgica, un consejo de ministros restringido ha dado mandato al ministro de Finanzas belga, Didier Reynders, para negociar con Francia la partición de Dexia, que se ha convertido en la primera víctima del agravamiento de la crisis de deuda por tener un gran volumen de bonos griegos en su cartera y crecientes dificultades para acceder a liquidez. “Por parte belga, nosotros deseamos claramente reforzar nuestra posición en Dexia Bélgica”, ha dicho Reynders al término del encuentro, sin confirmar la nacionalización.

 

Los medios han interpretado este movimiento como un paso hacia la nacionalización del banco, en concreto de la parte belga de la entidad. La prensa ya especula con los posibles compradores una vez se lleve a cabo la nacionalización, y entre los bancos interesados cita al Santander y al BBVA, pero también al británico HSBC, al alemán Deutsche Bank, el holandés Rabobank o el francés Societé Générale. No obstante, la entidad ha negado esta posibilidad a instancias de los reguladores: “Dexia desea enfatizar que no ha sido informado de ninguna decisión o borrador de decisión con relación a las opciones futuras del grupo”, según reza en un comunicado remitido a la CNMV francesa.

 

Al lado de Dexia Banque Belgique se creará un “banco malo” con los activos tóxicos de la entidad que se beneficiará de la garantía del Estado belga. El primer ministro belga, Yves Leterme, ha vuelto a lanzar un mensaje de tranquilidad a los clientes de Dexia para que no retiren el dinero de sus cuentas de ahorro. “No sólo hay una garantía hasta 100 mil euros, sino que nosotros somos garantes del conjunto de la actividad hasta el último céntimo”, ha dicho.

 

El fondo soberano de Qatar ha hecho una oferta de 900 millones de euros por la parte luxemburguesa de Dexia, operación que sí estaría en marcha. El ministro luxemburgués de Finanzas, Luc Frieden, ha anunciado que el Estado mantendrá una participación minoritaria.

 

Por lo que se refiere a la parte francesa del banco, continúan las negociaciones para fusionar Dexia con la Banque Postale y la Caja de Depósitos, de manera que pueda proseguir su función de financiar a las autoridades locales. Una vez se alcance un acuerdo definitivo entre Bélgica y Francia, el consejo de administración de Dexia tiene previsto reunirse en París el sábado para ratificar las decisiones.

 

Se tratará del segundo rescate de Dexia, que tiene un tamaño similar al del BBVA y que ya recibió una inyección de 6 mil 400 millones de euros de fondos públicos al inicio de la crisis financiera en 2008. Ahora, París y Bruselas deberán garantizar los cerca de 95 mil millones de activos problemáticos o tóxicos que se calcula mantiene el banco, que posee al menos 21 mil millones en bonos basura griegos. Los clientes han retirado hasta el momento unos mil millones de euros en depósitos de la entidad, lo que ha empeorado aún más su situación