Prestadores de servicios turísticos de Acapulco, guías de turistas y transportistas de turismo extranjero vía cruceros, protestaron por la movilización de maestros que paralizó la costera del puerto, vía que calificaron como la “gallina de huevos de oro” para los que comen de dicho sector.
El presidente de la Confederación de Organizaciones de Informadores Turísticos del Estado, Misael Torres Baldovino, dijo que los docentes están en su derecho de manifestarse; sin embargo, consideró que no pueden afectar los derechos de terceros y que sus demandas las hagan en otro lado, y no en la avenida más importante de la entidad.
Torres Baldovino precisó que su inconformidad contra los maestros es porque están lesionando sus intereses al asustar con su marcha a los pocos visitantes que llegan en barcos, y afirmó que todos resienten la disminución del 80 por ciento del arribo de cruceros esta temporada. “Ellos están en su derecho, pero esto no les da derecho a lesionar los intereses de nosotros que vivimos directamente del turismo. Nosotros exhortamos a los maestros para que reflexionen sobre estos movimientos que están en su legítimo derecho de hacerlos, si ellos así lo consideran pero que vean que hay otros sectores de la sociedad que serían lesionados con estos movimientos debido a que el turismo se espanta con las marchas”, señaló.
Por su parte, el secretario general de Organizaciones Unidad de Autos de Alquiler (OUAA), Mateo Torres Mariche, se quejó de que la marcha afecta tanto a taxistas como a todos los guías de turistas que no reciben salarios del gobierno. “Nosotros no tenemos un sueldo, vivimos del
turismo, no tenemos ninguna quincena, no tenemos aguinaldo, nosotros vivimos de Acapulco que se mantiene del turismo, no nos mantiene el gobierno”, indicó el transportista.
Expresó su desacuerdo con la protesta y explicó que con los impuestos que pagan ambos sectores de la sociedad están cubriendo los salarios de los maestros por lo que recomendó que se calmen un poco para no darle el tiro de gracia a Acapulco como destino turístico, ya que los visitantes están a la baja. “Pagamos revista, renovación, al año dos mil pesos más lo que pagamos de tenencia y todo para qué, para que nos hagan esto”, puntualizó.