Debilitado, confrontado y sin poder revertir los altos niveles de abstencionismo, el Instituto Federal Electoral (IFE) prepara su “maquinaria” para difundir poco más de 37 millones de spots a través de mil 983 estaciones de radio y canales de televisión que operan en el país durante el proceso de precampañas y campañas hasta el día de la elección de 2012, como lo ordena la Constitución; con ello, los mexicanos estaremos en posibilidad de ver y oír 190 mil 368 mensajes diarios con temas políticos.

 

Esta prerrogativa que tendrán los partidos políticos y autoridades electorales se sustenta en el artículo 41 Constitucional: “Los partidos políticos nacionales tendrán derecho al uso de manera permanente de los medios de comunicación”.

 

El mandato va más allá en su apartado A y señala que: “A partir del inicio de las precampañas y hasta el día de la jornada electoral quedarán a disposición del Instituto Federal Electoral 48 minutos diarios …”.

 

Fue el 7 de octubre cuando el IFE dio el banderazo de inicio del proceso electoral del próximo año con el que se renovará la Presidencia de la República, las cámaras de Senadores y Diputados, algunas gubernaturas y alcaldías.

 

Por su parte, el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) establece en su apartado A del artículo 211 que durante los procesos electorales federales en que se renueven el titular del Poder Ejecutivo Federal y las dos cámaras del Congreso de la Unión, las precampañas darán inicio en la tercera semana de diciembre del año previo al de la elección, es decir, del 18 al 24 de diciembre de este año y cuya duración no podrá ser mayor de 60 días.

 

Para el Cofipe serán 197 días aproximadamente de transmisión en radio y televisión y con ello los mexicanos podríamos recibir de regalo de Navidad la difusión de 37 millones 502 mil 496 spots.

 

Será la primera ocasión en que el IFE utilice este recurso, producto de las reformas electorales de 2007 y 2008, en una elección presidencial.

 

De acuerdo con el documento Administración de Tiempos del Estado en Radio y Televisión para fines electorales, “la reforma electoral de 2007-2008 modificó profundamente el marco que regula la competencia política en México.

 

La piedra angular de esta renovación institucional la constituye un nuevo modelo de acceso a la radio y la televisión para los partidos políticos y las autoridades electorales”.

 

El Reglamento de Acceso a Radio y Televisión en materia electoral en su artículo 12 señala que desde el inicio del periodo de precampaña electoral federal y hasta el término del día de la jornada electoral, el IFE administrará 48 minutos diarios.

 

Martín Ramírez González, consultor para temas político-electorales en medios de comunicación, aclara que no hay corporativo en el país, incluyendo Coca Cola o su principal competidor, PepsiCo, que utilice tanto tiempo de exposición en medios de comunicación para promocionar sus productos de consumo; “es un exceso”, dice.

 

Critica la medida de acceso de los partidos políticos a los medios de comunicación promovida por la reforma electoral de 2007 y 2008, porque pese a la actual asignación de tiempos en medios de comunicación a partidos políticos y autoridades electorales no se potencia la participación ciudadana. “Parecería un contrasentido”, comenta.

 

La reforma electoral implicó cambios a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y constituyó un nuevo Cofipe, estableció nuevas reglas para que las autoridades electorales y los partidos políticos accedan a los medios de comunicación masiva; asimismo creó un nuevo régimen de responsabilidades y sanciones para asegurar el cumplimiento de las nuevas reglas.

 

Dicha reforma, denominada (Ley del encono) generó fuertes diferencias entre concesionarios y permisionarios de las empresas radiodifusoras y canales de televisión de la Cámara de la Industria de Radio y Televisión, el IFE y la Cámara de Diputados.

 

Sin embargo, para Ramírez González, el IFE está sobrecargado y concentrado más en las diferencias internas de la institución que en el objetivo central que tiene, el de ser un gran árbitro electoral.

 

“Con la reforma de 2007, el IFE se sobrecargó de atribuciones, dejó de ser un árbitro, un regulador y pasó a ser un administrador de tiempos en medios de comunicación y un fiscalizador de partidos políticos”, afirma.

 

Según datos del IFE, en las últimas tres elecciones para Presidente de la República, el abstencionismo rebasó más de 40%, en promedio.

 

Las cifras van más allá y reflejan que la participación ciudadana ha venido disminuyendo con mayor exposición de los partidos políticos en los medios de comunicación.

 

Tan sólo en las pasadas elecciones del Estado de México, el nivel de abstencionismo se ubicó en 56.5%, el segundo más amplio en los últimos 25 años en la entidad, luego del que se obtuviera en 2005, cuando 57.3% de los mexiquenses no acudieron a las urnas.

 

Para Martín Ramírez González, la moneda está en el aire, principalmente porque será la primera ocasión en que se utilice este modelo de asignación de tiempos en medios de comunicación a partidos políticos y autoridades electorales.

 

“Este modelo no garantiza una sólida participación ciudadana en los procesos electorales; pese a esta nueva disposición, no se avanza en el principio de certeza, el cual debe cumplir el IFE y no se potencia la participación ciudadana”, advierte.