Las estrellas se alinearon en favor de Ernesto Cordero. Luego de un largo debate  en el que se enfrascaron los distintos grupos, la decisión cayó en llevar a cabo una elección cerrada para definir el método de elección de su candidato presidencial.

 

El método de una elección circunscrita a militantes y adherentes favorece al ex secretario de Hacienda, considerado por muchos el “delfín” del Presidente de la República.

 

La decisión final la tomarán entonces los 1.7 millones de militantes activos y adherentes que aparecen en el padrón blanquiazul.

 

Valga hacer notar que 70% aproximadamente de adherentes se inscribieron en este sexenio. El resto, 30%, son en su mayoría antiguos militantes.

 

Entre los principales operadores de Cordero destacan Carlos Medina Plascencia (ex gobernador de Guanajuato);  Rogelio Carbajal, Juan Manuel Oliva (gobernador de Guanajuato), Abraham Cherem, Guillermo Padrés (gobernador de Sonora), Rafael Moreno Valle (gobernador de Puebla), Emilio González (gobernador de Jalisco). Marco Antonio Adame (gobernador de Morelos) aún no se inclina por él, pero su hijo está en la campaña de Cordero.

 

En la reunión privada  que sostuvieron a lo largo del día de ayer y hasta la noche todos los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, encabezado por Gustavo Madero, y la Comisión Nacional de Elecciones del blanquiazul, se discutió ampliamente qué convenía al partido.

 

Una de las principales razones que se esgrimieron para descartar el método de elección abierta fue el fuerte costo económico que ésta conllevaría y la posibilidad de que un método así debilitara al partido.

 

Gustavo Madero, presidente del partido, había manifestado con anterioridad que  una elección abierta sería muy costosa: “Lo que yo sí les digo es que un proceso abierto tiene contraindicaciones en costo, porque si nadie gana con un porcentaje mayor a 35%, y el segundo lugar con más de 25% de diferencia, tendríamos que hacer una segunda elección, y si el método fuera abierto serían dos métodos abiertos y esto significa mucho dinero”, expuso.

 

Su posición ganó al final y las buenas nuevas favorecieron a Ernesto Cordero. Pero aún le falta camino por andar pues las últimas encuestas colocan a Josefina Vázquez Mota muy por encima de Cordero.

 

Al final del día, José Espina presentó su dictamen en el que consideró que no había ninguna hipótesis de excepción para elegir un método “extraordinario” como sería la designación directa y la lección abierta a la ciudadanía.

 

El grupo de Josefina Vázquez Mota que pedía una elección abierta para que el PAN diera una imagen de modernidad, fue derrotada tras múltiples jaloneos que atoraron la decisión hasta después de las nueve de la noche.

 

La última encuesta de GEA-ISA entre afiliados panistas coloca a la ex coordinadora panista en San Lázaro con 47% de las preferencias, a Santiago Creel con 20%, y a Ernesto Cordero con 7%.

 

Pero en el PAN, la historia demuestra que quien controla el partido, controlará la elección. Será ahí donde se dé la batalla final.

 

Por lo pronto, ya una vez aprobado el método el método de elección, hoy se tramitará en el Instituto Federal Electoral.