A ver, a ver. Algo está pasando en el Sistema de Administración Tributaria, SAT, que encabeza Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.  Y es que a estas alturas del año, octubre, las devoluciones sobre las retenciones que se les impone a los ahorradores e inversionistas en instrumentos de deuda, nomás no se dan. O se dan a cuentagotas.

 

Me parece que de eso deberá tomar nota la flamante procuradora de Defensa del Contribuyente, Diana Bernal, porque este tipo de comportamiento reiterado pueden constituir casos de abuso de autoridad e, incluso, de corrupción, más allá de provocar consecuencias negativas sobre el ahorro interno.

 

Pero vayamos por partes.

 

Los bancos y casas de bolsa tienen la obligación, a cuenta del SAT, de hacer una retención de 0.6% sobre el monto total de la inversión de sus clientes en títulos de deuda, a cuenta de la declaración anual del contribuyente. Esta obligación de que el contribuyente acumule sus ganancias por intereses reales, objeto de la retención que aplica el SAT, se da desde el gobierno de Vicente Fox cuando las tasas de interés eran del doble de las actuales.

 

Hoy en día, con tasas de interés de 4.3% anual, el tamaño de la retención, de 0.6%, es francamente confiscatorio por una simple razón: Con las tasas de interés reales actuales que se pagan -de 0.7% o 0.8% anual- la retención a cuenta del impuesto que exige el SAT significa entre 75% y 85%  de la ganancia real que obtiene el ahorrador. ¡Una barbaridad! (Por cierto es una tarea que los legisladores tienen pendiente en la Ley de Ingresos para 2012).

 

Pero volviendo a la operación del SAT en materia de devoluciones. Dadas estas condiciones de mercado –con tasas reales muy pequeñas o negativas- evidentemente que para el ejercicio fiscal 2010 una gran cantidad de ahorradores e inversionistas reclamaron la devolución de las retenciones. Devoluciones que no han llegado.

 

Situaciones así provocan dos consecuencias: O corrupción en la burocracia intermedia del SAT para ‘agilizar’ las devoluciones, o salida de ahorros del país ante la oferta de bancos extranjeros para captar esos ahorros de mexicanos sin las complicaciones y absurdos que vivimos aquí.

 

Ésta es la realidad del contribuyente.

 

SÍGALE LA PISTA…

SOBRECALENTAMIENTO DE FERRARI. Sí que llamó la atención que el secretario de Economía, Bruno Ferrari, dijera ayer en la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados que, a diferencia de Rusia y Brasil, “México no tiene riesgos de sobrecalentamiento”. ¿Sobrecalentamiento? O el secretario tuvo un lapsus o dejó ver lo poco que sabe de economía. Ojalá tuviéramos esos riesgos provocados por un fuerte crecimiento de la demanda. ¿Qué acaso el secretario no leyó el último comunicado de política monetaria del Banco de México en el que se advierte sobre la evidente desaceleración a través de “la holgura” (¿cuál sobrecalentamiento?) en los indicadores del mercado laboral, crediticio y del sector externo?

 

LA BOLSA O LA VIDA. Dice el priísta Sebastián Lerdo de Tejada que su partido va por una ‘bolsa adicional’ de 84 mil millones de pesos en la Ley de Ingresos para el 2012. Y para eso están dispuestos a mover lo que sea. ¡Vaya!

 

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