En los 51 años de historia de los Rangers de Texas y Senadores de Washington, la única vez que han visto el Trofeo del Comisionado, ha sido ya sea por televisión, o entregándoselo al rival mientras ellos caen derrotados en el diamante.
Ahora, por segundo año consecutivo tienen la oportunidad de cambiar medio siglo de fracasos y reducir la lista de equipos que no conocen la gloria otoñal a solo siete equipos en la historia.
Nolan Ryan y los Rangers han comenzado con el pie derecho la búsqueda de la gloria. Pues hasta ahora ninguno de los ocho equipos que no han ganado una Serie Mundial había aparecido nuevamente en el Clásico de Otoño a la campaña siguiente de haber caído en la serie por el título, e incluso hay dos franquicias que ni siquiera saben lo que es jugar un clásico otoñal (Washington y Seattle).
Sin embargo, Texas está nuevamente jugando pelota en octubre y lo hicieron de la manera complicada, al sumar por substracción, perdiendo elementos vitales de lo que fue su carrera hacia el Clásico del año pasado y aún así mantenerse en la primera línea de batalla por el campeonato.
Pese a la pérdida en la agencia libre del estelar lanzador Cliff Lee, quien los propulsara a nuevas alturas en 2010, así como las lesiones de tres de sus mejores toletes en Josh Hamilton, Nelson Cruz y Adrián Beltré durante la campaña, los Rangers lograron mantenerse en forma de campeonato.
Reponiéndose a las ausencias y compensando con la llegada de brazos, especialmente al bullpen, a mediados de la campaña con Mike Adams, Koji Uehara y Mike Gonzalez, Texas retomó la forma de contendiente al Clásico de Otoño.
Desde la llegada del ex legendario pitcher Ryan a la presidencia del equipo, eso se ha vuelto una obligación, gracias a la mezcla que le ha inyectado al equipo de bateo de mucho poder con brazos jóvenes y consistentes.
Sin embargo, los jóvenes y aguerridos Rangers ya saben lo que es jugar una Serie Mundial y se han dado cuenta que no es suficiente con estar ahí, ahora tienen la obligación de llevarse el cetro a Texas, que pese a su rica tradición en el diamante, no conoce lo que es un campeonato, ya que el otro equipo del Estado de la Estrella Solitaria, los Astros, también forma parte de la infame lista de equipos sin gallardete.
Los Rangers tienen una oportunidad única de encontrar su camino hacia la gloria, pues podrían emular lo que hizo Ryan como jugador, quien en su segunda campaña completa ayudó a los Mets de 1969 a conquistar el gallardete.
Pero en el caso de Ryan, esa sería la única vez que probaría las mieles de la victoria en 27 campañas en Grandes Ligas, así que los Rangers saben que oportunidades así tal vez no vuelvan.