El ‘Caso Repsol’ le dio al ex presidente Carlos Salinas de Gortari un buen pretexto para volver a la carga en contra de su enemigo favorito, el ex presidente Ernesto Zedillo, esta vez para encararlo por la venta de los bancos mexicanos a inversionistas extranjeros y españoles durante su gobierno.

 

Ayer en El Universal Salinas de Gortari se lanza a la defensa de Pemex y su operación de compra de nuevas acciones de Repsol en asociación con Sacyr. Pero este episodio es para el ex presidente sólo una cortina de humo. Inmediatamente desnuda su intención: “Sin embargo lo más importante es lo que no reportan los críticos de esa operación y de lo que ni siquiera se han ocupado: …no escriben nada sobre el hecho de que durante años México ha padecido la entrega de su sistema de pagos a los extranjeros, en especial a grupos españoles, en detrimento de nuestra soberanía y de los intereses estratégicos del país”.

 

Salinas vuelve a la carga. Apoyado en un informe de trabajo de 2010 elaborado por la Comisión Especial para Determinar las Causas del Bajo Financiamiento para el Desarrollo del Senado de la República recuerda cómo en 1998 el entonces presidente Ernesto Zedillo quitó todas las restricciones para que los capitales extranjeros adquirieran, al 100%, bancos en territorio nacional. Y lanza su más dura crítica a su enemigo: Cómo el ‘rescate bancario’ implantado durante el gobierno de Zedillo sirvió para engordar las ganancias de los banqueros extranjeros a través del mecanismo de pagarés Fobaproa e IPAB emitidos por el gobierno. Una verdadera transferencia de recursos públicos del país hacia la banca internacional y, especialmente, hacia la banca española. Y para más señas Salinas apunta al caso del banco español BBVA que en México compró Bancomer al empresario Eugenio Garza Lagüera, entre otros socios mexicanos.

 

“Harían bien los críticos españoles en reflexionar sobre estos aspectos”, dice Salinas en una conclusión que no nos deja satisfechos, para luego soltar una advertencia: “se requieren acciones institucionales apoyadas por ciudadanos participativos y organizados para revertir una situación tan adversa a nuestro desarrollo”.

 

“Revertir”. ¿Acaso es ésa la intención de Salinas –bajo el pretexto de Repsol- de resucitar el polémico tema de la participación mayoritaria de extranjeros en la banca en el inicio de la carrera electoral por la Presidencia? ¿Acaso no fueron un grupo de senadores y empresarios -entre ellos Manlio Fabio Beltrones, hoy aspirante a la presidencia de la República y cercano a Salinas- quienes pusieron el tema en la mesa de debate a raíz de la supuesta quiebra de Citibank y su impacto en la propiedad de Banamex? ¿Acaso no ha sido un asunto que desde la gubernatura del Banco de México el propio Guillermo Ortiz, hoy presidente de Banorte –‘el banco fuerte de México’, insistió con vehemencia?

 

¿Acaso hay un plan político-empresarial para legislar la propiedad de la banca en México o para revertir la situación actual de dominio extranjero en los activos bancarios, de llegar al poder?

 

Son preguntas.

 

samuelgarcia2010@hotmail.com | @arena_publica

 

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