Agencias de relaciones públicas cuentan con una base de datos de reporteros o medios spam. Son fotografías de sujetos que andan recorriendo hoteles y centros de convenciones de la Ciudad de México en busca de conferencias de prensa, para desayunar, comer, tomar café y ver qué pueden llevarse del lugar. Incluso los meseros los conocen, y se lo hacen ver a los organizadores cuando se descuidan y se meten a sus reuniones. “Viven de eso”, me cuenta un directivo de una firma trasnacional que ha corrido a varios. “Son como 15. De alguna manera se enteran de las conferencias que habrá. Llegan, sacan una credencial de un supuesto medio, entran al desayuno. Luego a la comida, piden los press kits, que les regalen productos para prueba, y así se siguen. En la tarde llegan a la reunión de otra empresa y en la noche los ves chupando en el cocktail de otra compañía. Todos los días”. La constante, me dice mi amigo (experto en cuidar la imagen de gobiernos, marcas y hombres de negocios) es que nunca publican nada. No trabajan para ningún medio.

 

Hablando de correos basura. Hotmail cumplió 15 años hace unos días. Fue una noticia gris, que pasó casi desapercibida y que sólo algunos medios usaron, copiando casi tal cual el comunicado (que también son spam). Es una lástima. Hace unos años todavía era vista como una marca fresca, sinónimo de futuro, de comunicación en tiempo real. Hoy, es otra opción en el mercado, y no la mejor. A pesar de que es gratuita y que tiene usuarios cautivos por el servicio de mensajería que obliga a tener cuenta con ellos. Hoy, cuesta creerlo: decir que tienes hotmail es estar pasado de moda. Es como decir que tienes un perfil en MySpace. Además de que es imán de correos basura.

 

Importantes representantes de Sony llegaron de Japón para visitar este viernes la casa de dos mexicanos. Uno de ellos vive en el Distrito Federal. Le hablaron por teléfono hace unos días y le recordaron que hace unos meses compró una consola PlayStation3. Le preguntaron si tenía un home teather. Dijo que también, al igual que pantallas planas y banda ancha de internet. Luego de contestar afirmativamente todo lo anterior le adelantaron que lo iban a recompensar si permitía que los ejecutivos japoneses visitaran su hogar. Entre cuatro y siete de la tarde. Esos dos mexicanos no saben todavía cuál es el motivo de esa visita, pero sospechan que bajo su techo experimentarán con la tablet que la firma comenzará a vender.

 

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