El tiempo dirá si las decisiones sobre el euro de esta última semana, han sido algo más que una manita de gato para aliviar los mercados o el inicio de decisiones más profundas que deberían concluir en algunos años. La quita del 50% de la deuda griega, el llamado “haircut” o corte de pelo, rebaja el valor de los activos para sus tenedores y rebaja el nivel de endeudamiento de Grecia de un 160 a un 120% del PIB.

 

Después de la Cumbre del miércoles pasado, los mercados bursátiles celebraron al alza el acuerdo dela Unión Europea. Aunqueen pocos días los mercados agoten la euforia y con la recogida de beneficios vuelvan a la situación anterior, cabe preguntarse el por qué de tal euforia. ¿Qué acuerdo se tomó para generar tanta alegría compradora? Quizás se celebró que se tomase el único acuerdo posible. Porque las medidas tomadas con la quita de la deuda griega (pérdidas para los bancos y los tenedores de deuda), con el aumento a 1 billón de euros del fondo de rescate (Fondo Europeo de Estabilidad Financiera) para los países con problemas y el compromiso de recapitalización de la banca europea que se eleva al 9%, aunque no sean para festejar, alivian los mercados que esperaban decisiones.

 

Las posibles alternativas como la intervención masiva del Banco Central Europeo o la creación de los eurobonos, ni son para mañana, debido a las necesarias reformas, ni están en la hoja de ruta de Alemania. Antes de la Cumbre planeaba la incertidumbre sobre el peor escenario: el no acuerdo y el consiguiente hundimiento del euro. Los mercados sin duda, celebran que esto no se produjo. Se taponó la vía de agua y ahora se puede trabajar de nuevo en los cimientos. La pregunta es por cuanto tiempo y la respuesta está en el tiempo que se tarden en tomar decisiones y en llevar a la práctica los acuerdos.

 

Los acuerdos deberían ejecutarse sin tregua, aunque no será fácil a tenor de lo que se viene observando en los gobiernos de los principales países. El eje franco-alemán funciona con dificultades, aunque se puede decir que son los ganadores del acuerdo o por lo menos que han evitado ser los grandes perdedores y una vez más el ancla europea. En Italia el gobierno de Berlusconi ya no es sino una patética caricatura de si mismo, obligado por Alemania y Francia a ejecutar un plan de ajuste riguroso y no tan fácilmente aceptado por su clase política y su sociedad. Al gobierno de Rodríguez Zapatero en España le quedan escasas semanas para su debacle electoral y con nulas posibilidades de maniobra. Lo conservadores británicos le toman el pulso a su gobierno y reclaman menos Unión Europea.La Comisión Europeay la Presidencia del Consejo de la Unión han actuado de acompañantes con las propuestas para un reforzamiento de la gobernanza económica del euro que habrá que implementar. Por si fuera poco en esta Cumbre, el Banco Central Europeo no ha estado en escena y hay cambio enla presidencia. Elactual gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi, próximamente tomará posesión de la presidencia del Banco Central Europeo.

 

Quedan muchos puntos por resolver. La quita de la deuda griega, voluntariamente aceptada por los tenedores hay que negociarla. En caso de dificultades por las pérdidas de los bancos está el fondo de rescate de un billón de euros. Y aunque ha sido bueno levantar un cortafuegos para la deuda griega, el incendio ni se ha apagado ni era Grecia su único origen. El canal de transmisión de la política monetaria a la economía real mediante los bonos como garantía se restablece con la confianza y con ello el crédito necesario para el crecimiento. Sin embargo la recapitalización de la banca puede restringir el crédito en un efecto contrario. La gran paradoja de la recapitalización, es que banca española, la que tiene menos exposición a la deuda griega, es la que tiene que hacer frente a una mayor capitalización. Una cuarta parte (26 mil millones de euros) de la capitalización de la banca europea (106 mil millones) le corresponde a los bancos españoles.

 

Por el momento podemos hablar del corte de pelo de la deuda griega, más el compromiso de capitalización bancaria y un aumento del Fondo de Estabilidad para el rescate. Hay que ver como atan los cabos sueltos en las próximas semanas entre ellos la necesaria provisión del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera. Se esperan las respuestas de China y de la próxima Cumbre del G20.

 

* Director Foreign Affairs Latinoamérica