El Consejo General del IFE declaró infundada la queja del PRI contra el presidente Felipe Calderón, por sus declaraciones a The New York Times en el sentido de que diversos integrantes de ese partido político piensan resolver los problemas de seguridad mediante el acuerdo con grupos criminales.
En la sesión extraordinaria de este sábado, el colegiado aprobó por unanimidad, en lo general, el proyecto de resolución, aunque los consejeros Marco Antonio Baños y Francisco Guerrero emitieron un voto particular.
El 16 de octubre del presente año el presidente declaró para al diario americano, The New York Times que algunos integrantes del partido tricolor pretendía resolver problemas de seguridad pactando con grupos criminales.
Aquellas declaraciones fueron consideradas por el instituto político como una vejación a los principios de imparcialidad que todo servidor público debe tener en materia electoral, además de realizar actos anticipados de campaña que atenten contra: la coacción, presión e inducción de la libertad del sufragio, por lo tanto el Partido Revolucionario Institucional (PRI), tratara de impugnar la resolución.
El Consejo General declaró también infundada la denuncia presentada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) contra la titular de la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Alejandra Sota Mirafuentes, así como contra el PAN.
En el proyecto se argumenta que las expresiones de Calderón Hinojosa al diario estadounidense fueron en calidad de Presidente de la República, y evidencian que su propósito no fue inducir a los ciudadanos a votar contra el PRI o, en su defecto, a favor del Partido Acción Nacional (PAN).
En el expediente se señala que el Ejecutivo federal sostiene el argumento de que el PRI tiene dos tipos de miembros, los que apoyan su política de combate al crimen organizado y los que comparten la idea de que la forma de resolver esta problemática es a través de la negociación con los criminales.
Empero, destacó, no afirma categóricamente que dicho instituto político tenga esta práctica como una forma común de gobierno ni que todos sus miembros la compartan.
Además se tomó en consideración que “no hay una referencia expresa o directa hacia etiquetar a alguno de los militantes del partido denunciante que se encuentre identificado como posible aspirante a alguna candidatura a un cargo de elección popular”.
En su intervención en la sesión, el representante priista ante el IFE, Sebastián Lerdo de Tejada, expuso que la queja de su instituto político fue por un conjunto de pronunciamientos que hizo el Presidente de la República al periódico The New York Times.
Subrayó que “aquí no se trata es conculcar la libertad de expresión de Felipe Calderón, quien puede decir lo que quiera, lo grave es que no se puede separar de la investidura de presidente en ningún momento, por lo que plantea el proyecto es inconsistente, inapropiado e imprudente”.
Más adelante, le hizo un reiterado llamado a la serenidad y a la legalidad al Presidente de la República, y señaló que “la exigencia es muy concreta: Felipe Calderón, no meta las manos en el proceso electoral”.
A su vez el consejero Marco Antonio Baños Martínez consideró que, desde su punto de vista, las declaraciones hechas por el presidente “sí tienen incidencia en el proceso electoral”.
Por ello, “ésta autoridad electoral estaría colocando el semáforo en verde para que todos los servidores públicos que tengan posibilidad de llegar al público expresen estas consideraciones, que pueden o no tener incidencia en el proceso electoral, pero que a mi modo de ver sí están impactando en el mismo”.
Baños Martínez advirtió que los servidores públicos se tienen que plantear éticamente si van a seguir o no explotando los límites legales.
Además indicó que “tengo la sensación de que si la autoridad electoral no les pone un freno, esa actitud se va a replicar a lo largo del proceso electoral”.(Agencias)