El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, aseguró hoy que el desaparecido jefe máximo de la FARC, alias “Alfonso Cano”, perdió la oportunidad de hacer la paz con él.

 

“‘Cano’ hubiera podido hacer la paz conmigo, pero perdió la oportunidad de construir país”, afirmó Santos en una alocución al país por cadena de radio y televisión, desde Popayán, la capital de la región en la que el jefe insurgente perdió la vida.

 

El gobernante agregó que Guillermo León Sáenz, nombre de pila del insurgente, dedicó la vida a la violencia y a atacar a sus compatriotas, y “murió desesperado”.

 

“Hoy estamos derrotando el dogmatismo, el extremismo político y aislado de la realidad de un país que está cambiando, que no quiere saber más de violencia, que no quiere saber más de las FARC”, continuó Santos, que compareció desde una base castrense.

 

Santos dijo que el golpe del viernes por la noche a “Cano” fue certero, no será el único y tampoco llevará al Gobierno y a las Fuerzas Armadas al triunfalismo.

 

“Su caída (la de ‘Cano’) es sin duda alguna el golpe más importante que se haya dado en la historia de esta lucha contra ese grupo subversivo”, reiteró el presidente, que habló acompañado pro el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y rodeado de los altos mandos de las fuerzas de seguridad.

 

Es una baja alcanzada con “una operación impecable (…) basada en un largo y preciso trabajo de inteligencia”, es un golpe que resultó de una estrategia de mucho tiempo que solo en 2010 ha dejado más de 350 rebeldes muertos, cerca de 1.500 capturados y unos 1.300 desmovilizados, dijo luego.

 

Santos recordó que antes de “Cano” cayeron en redadas similares “Raúl Reyes”, alias del segundo al mando y portavoz internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en marzo de 2008, y el “Mono Jojoy”, apodo del jefe militar de la organización, en septiembre de 2010.

 

Con “Jojoy” se derrotó la intransigencia militar de esta guerrilla y con “Cano” se venció su intransigencia política, continuó el gobernante.

 

En la alocución, Santos reiteró su llamamiento a las FARC para que sigan el ejemplo de la banda terrorista vasta ETA, que hace poco anunció que dejaba las armas.

 

“Las FARC y su carrera absurda de violencia, que ya alcanza casi medio siglo, han llegado a un punto de quiebre”, sostuvo el gobernante, y apuntó que “la cúpula de las FARC se va derrumbando como un castillo de naipes”. (EFE)