El investigador de la UNAM especializado en temas de seguridad pública y delincuencia organizada, Javier Oliva, advirtió que la evaluación de las corporaciones policíacas en los centros de control de confianza, es un tema que los gobernadores deben abordar con voluntad política y no con pretextos.

 

En entrevista con 24 HORAS, calificó como “insólito” el hecho de que hasta el momento, solo haya evaluado a poco más del 15 por ciento de los 458 mil policías locales de país, tras más de dos años de trabajo y de múltiples reuniones del Consejo Nacional de Seguridad Pública.

 

“Esto muestra que no hay voluntad simplemente para cumplir los compromisos, porque se hacen eventos donde se convoca a la clase dirigente del país y se firman acuerdos, pero no hay disposición para cumplirlos después”, sentenció.

 

Sobre el argumento de los gobernadores respecto a que no se podrá cumplir con la meta de tener evaluada al cien por ciento a la policía en enero del 2013, ya que no hay suficientes centros o especialistas, Oliva consideró que en los hechos son “pretextos” para justificar el fracaso en el objetivo.

 

“Ninguna iniciativa, ley o programa puede ser cumplido si no hay el talante democrático para aplicarlo, y lo que estamos viendo aquí es una ausencia y una lluvia de pretextos en uno de los dos temas que más preocupan a la sociedad mexicana y que es el de la seguridad pública, además del desempleo”, indicó.

 

Hizo hincapié en que los temas de seguridad requieren de decisiones de fondo que en ocasiones no son las más populares ni conllevan una ganancia política, pero que es necesario que los gobiernos adopten para corregir problemáticas de corrupción y de mal desempeño, en beneficio de una mejor seguridad ciudadana.

 

En este contexto, el investigar advirtió que el Gobierno Federal ha fallado también en la búsqueda e implementación de las herramientas jurídicas, económicas y hasta mediáticas, que empujen a las entidades federativas a cumplir con la evaluación de sus mandos y de sus policías.

 

Oliva consideró que si bien, una prueba de control de confianza no es garantía de que el policía es eficiente y honesto, si es un requisito indispensable en el proceso de depuración y profesionalización de las instituciones encargadas de velar por la seguridad de los ciudadanos ante el embate de la delincuencia común y organizada.