Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila, utilizó la deuda para financiar campañas electorales en Zacatecas, Durango, Estado de México, Nayarit y Guerrero, y no para denotar los programas de infraestructura ni sociales ni para pagarle a la burocracia, afirmó la Confederación de la República Mexicana (Coparmex) de la Laguna.

 

A principios de año, las autoridades estatales reconocían e informaban que tenían un pasivo de 7 mil 923 millones de pesos, pero de la noche a la mañana su Congreso local y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) detectaron  un alza desproporcionada de la deuda, que no era declarada, hasta llegar a los 33 mil 867 millones de pesos.

 

De acuerdo con Víctor Alducín, “hay evidencia documentada de que esos recursos económicos sirvieron para las campaña electorales”.

 

A lo largo de seis años, las autoridades estatales dispusieron de un presupuesto de 150 mil 743 millones de pesos, según informó Jorge Torres López, gobernador interino de Coahuila, en su último Informe de Gobierno. Y señaló que sólo 52 mil 518 millones de pesos fueron invertidos en la construcción y mejoramiento de obra pública como “nunca antes se había visto”, en programas sociales, en la reducción del desempleo y en el impulso del crecimiento económico.

 

Sin embargo, indicó el empresario de Coparmex, en todo el sexto Informe de Gobierno, de 243 páginas, no se hace mención de un endeudamiento ni a dónde fue a parar.

 

En realidad, en el sexenio de Humberto Moreira se recibieron 209 mil millones de pesos por ingresos propios y federales, incluyendo la deuda, expuso Alducín. Pero lo único que podrán comprobar son 185 mil millones de pesos. Entonces, pregunta, “¿dónde quedó el resto, considerando que se inflaron los costos de puentes, carreteras, pavimentaciones y demás proyectos de infraestructura?”, dijo.

 

Héctor Villarreal Páez, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP)  sostuvo que los gobiernos estatales han justificado el endeudamiento en la necesidad de obra pública, pero gran parte de sus participaciones federales y deuda lo destinan al gasto corriente y a la contratación de asesores y personal de áreas como comunicación social.

 

En ello coincide un estudio de México Evalúa Centro de Análisis de Políticas Públicas, el cual explica que los mayores ingresos por participaciones y deuda recibidas en los últimos años por el gobierno coahuilense terminaron en alimentar a la burocracia y subsidios; en menor medida se destinó al gasto de inversión o infraestructura, al pago del servicio de créditos y a transferencia a los ayuntamientos.

 

La institución encontró que por cada mil habitantes de la entidad, gobernada por el líder del PRI, se redujo en los últimos 15 años el número de médicos y de camas en clínicas y hospitales.

 

Sin duda, la reestructura de deuda por mil 750 millones de pesos hecha por los bancos les costará a los coahuilenses por 20 años un nivel de endeudamiento de 65 mil millones de pesos, agregó el presidente de Coparmex Laguna.

 

“Mensualmente se pagarán alrededor de 275 millones de pesos, ello representa el presupuesto total de Torreón y Saltillo, que son 60% de la población de Coahuila”, concluyó Alducín.

 

 

CONSECUENCIAS

 

 

  • Cada coahuilense debe 24 mil pesos mensuales

 

  • De cada 10 pesos recibos por los estados, nueve son de la federación

 

  • El gobierno de Coahuila adeuda cerca de 10 mil millones de pesos a proveedores de bienes y servicios

 

  • Fitch Ratings informó hace unos días que Coahuila registra un alto nivel de endeudamiento de corto y largo plazo, por lo cual redujo su calificación crediticia desde A+ hasta BBB-

 

  • Standard & Poor´s redujo la calificación de Coahuila en escala nacional a ‘mxBBB- desde ‘mxA+’, y puso a la entidad en el listado de Revisión Especial (CreditWatch) con implicaciones negativas, ya que el perfil de vencimientos de deuda y sus necesidades de gasto operativo para el último trimestre de este año podrían acentuar aún más las actuales presiones de liquidez del estado.