El ex comisario europeo Mario Monti se perfilaba hoy como nuevo jefe de gobierno italiano, en sustitución de Silvio Berlusconi, quien en una tensa reunión mantenida esta madrugada aceptó acelerar los tiempos de su renuncia ante la presión de los mercados financieros, informaron medios locales.
Monti, un economista de 68 años de edad, fue en los 90´s comisario europeo para la Competencia.
La víspera fue designado senador vitalicio por el presidente italiano Giorgio Napolitano, en una clara señal de su posible designación como jefe de un gobierno técnico (no salido de las urnas).
Según la prensa, Berlusconi, que rechazaba un ejecutivo técnico y pedía elecciones anticipadas, aceptó esta madrugada la eventual designación de Monti ante la presión de los mercados financieros, con la prima de riesgo de la deuda que el miércoles llegó a niveles insostenibles, de más de 560 puntos base.
El primer ministro, que carece de credibilidad internacional, se comprometió el martes a renunciar una vez que sea aprobada por el Parlamento la ley de estabilidad, que incluye las medidas de ajuste económico exigidas por Europa.
De acuerdo con los medios, esa ley será aprobada antes del domingo próximo, cuando también se hará efectiva la dimisión de Berlusconi.
Este miércoles Napolitano confirmó en un comunicado que no existía ninguna duda sobre la renuncia de Il Cavaliere, en un intento de calmar a los mercados.
Pero según la prensa, en la reunión de esta madrugada en el Palacio Grazioli, la residencia de Berlusconi en Roma, el líder de la Liga del Norte, Umberto Bossi, principal aliado del aún primer ministro, rechazó tajantemente la designación de un gobierno técnico y exigió elecciones anticipadas.
Il Cavaliere, que el miércoles propuso al secretario general de su partido, Angelino Alfano, como candidato de la derecha a la jefatura de gobierno en comicios anticipados, habría dicho que por ahora no quiere “quemarlo”.
También algunos miembros del oficial Partido del Pueblo de la Libertad (PDL) apoyarían las elecciones anticipadas, que tendrían lugar a inicios de 2012.
Sin embargo, los analistas advierten que Italia no está en condiciones de esperar tanto tiempo y que quedaría expuesta a los ataques especulativos de los mercados.
La crisis política se abrió el martes pasado, cuando el gobierno perdió la mayoría en la Cámara de diputados, luego de que varios diputados del PDL se pasaron a la oposición y mientras aumentaba la presión para que Berlusconi renunciara.
Ahora es Napolitano quien tiene en sus manos las riendas de la situación y para designar a un eventual gobierno técnico debe consultar a todas las fuerzas políticas.