Las infecciones en la boca que derivan en inflamaciones, mal olor y abscesos en las muelas, son los problemas más recurrentes en los pacientes con diabetes.

 

Cristina del Castillo, directora de la licenciatura en estomatología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, explicó que los diabéticos presentan una acumulación de bacterias que desarrollan infecciones constantes.

 

La infección en las encías puede terminar en cirugía o extracción de piezas que se pierden por los daños que provocan las bacterias, además del mal olor constante en la boca, que no se elimina sin un tratamiento adecuado.

 

“Nosotros atendemos el control de la placa y bajamos la posibilidad de que se acumule, lo que atacamos es la prevención y la higiene bucal para eliminar este primer problema. Después ya se atienden las bacterias con antibióticos y tratamientos que requiera el paciente para quitar focos infecciosos y evitar que sean constantes”, detalló Del Castillo.

 

Para ello, dijo, los estomatólogos de la universidad desarrollaron un manual para pacientes diabéticos. Ahí se les indica cómo llevar su higiene bucal, pero también tienen un registro constante del nivel de glucosa, colesterol y del flujo salival que tienen los pacientes, a fin de mantener controlados no sólo los problemas orales, sino también la diabetes en general.

 

“Ésta tiene comorbilidades en la boca del paciente, que se complican y son las que va teniendo repercusiones en su salud bucal porque no se cuida, no sigue el tratamiento de diabetes, o incluso no sabe que padece esta enfermedad”, mencionó la también investigadora.

 

Muchas veces los pacientes que acuden al estomatólogo o dentista por una molestia, desconocen que han desarrollado diabetes, y es hasta la revisión integral, que se le detecta porque presenta todas las características.

 

“El paciente puede tener un nivel de glucosa normal pero tiene un mal olor recurrente, infecciones e inflamación, entonces lo enviamos con el médico general para que le haga más análisis y lo diagnostique”, expresó la profesora.

 

En estas revisiones también es posible detectar los inicios de esta enfermedad. Cuando se inicia el historial médico y se encuentra que el paciente además de tener menos de 35 años tiene severos problemas de inflamación en las encías, “es un paciente de alto riesgo para desarrollar la diabetes”.

 

La gente que acude a las clínicas de la UAM considera que es “normal” subir de peso conforme envejecen, sin tomar en cuenta los riesgos de generar diabetes o hipertensión.