Los “indignados” de Wall Street sufrieron hoy un duro revés después de que un juez de Nueva York les prohibiera volver a acampar en la plaza del sur de Manhattan de donde fueron desalojados de madrugada, aunque se muestran “más fuertes que nunca” y amenazan con seguir adelante en sus protestas.
Tras varias horas de deliberaciones, que mantuvieron en vilo a los “indignados” en los alrededores de la plaza Zuccotti, el juez de la Corte Suprema estatal de Nueva York Michael Stallman emitió, pasadas las 21.30 GMT, un fallo en el que apoyó la orden de desalojo emitida por el alcalde de la Gran Manzana, Michael Bloomberg.
La orden del magistrado no impidió a los “indignados” regresar a la plaza Zuccotti, rebautizada como plaza de la Libertad, y pasadas las 22.30 GMT volvieron a congregarse en el lugar, aunque no podrán instalar de nuevo sus tiendas de campaña, tal y como habían solicitado a las autoridades los propietarios del lugar, Brookfield Properties.
La decisión, que será apelada por los abogados que representan a los “indignados”, según detalló a Efe el portavoz de “Ocupa Wall Street”, Mark Bray, cayó como un jarro de agua fría entre los simpatizantes del movimiento, que han convocado una nueva asamblea general a las 00.00 GMT para decidir los próximos pasos a seguir.
En todo caso, Bray aseguró que tras el desalojo por la fuerza llevado a cabo por la policía, que se saldó con más de dos centenares de detenidos, se sienten “más fuertes” que nunca y amenazaron con seguir adelante con las protestas contra los excesos del sistema financiero que empezaron el 17 de septiembre.
Tras el desalojo y la orden del juez que impide acampar a los “indignados”, los principales sindicatos y grupos comunitarios de la ciudad convocaron para este jueves una jornada de protestas en favor de los manifestantes, que concluirá con una manifestación a partir de las 22.00 GMT desde la plaza Foley, en el sur de la ciudad.
Los simpatizantes de “Ocupa Wall Street” habían desafiado a primera hora de la mañana a las autoridades e intentaron entrar de nuevo en la plaza Zuccotti, bajo el amparo de una orden temporal de la jueza Lucy Billings, mientras que otros “indignados” respondieron al desalojo ocupando un parque más al norte de la ciudad.
“Nuestra idea es que, si el tribunal no nos permite volver a acampar en la plaza, nos vamos a instalar en algún otro lugar y continuaremos la batalla legal por volver a Zuccotti, así como a través de sentadas y manifestaciones pacíficas”, había dicho el mismo portavoz a Efe.
Durante la tensa jornada que se vivió en el sur de Manhattan al menos media docena de periodistas fueron detenidos y esposados por la policía mientras que otros fueron retirados de la zona por los agentes, actuación defendida por el alcalde Bloomberg, quien aseguró que fue para “prevenir” que la situación fuera “a mayores”.
Las detenciones recibieron el amplio rechazo de organizaciones como la Sociedad Profesional de Periodistas de EE.UU., que “condenó la dura actuación policial”, y la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, que advirtió que “con o sin tiendas de campaña” los agentes deberán “adaptar sus prácticas para acomodar las protestas”.
Entre los detenidos se encontraba también el concejal demócrata Ydanis Rodríguez, que pasadas las 23.00 GMT seguía bajo arresto en una comisaría de Manhattan, según confirmó a Efe su portavoz, David Segal, quien denunció que no les permiten recibir asesoría legal “en clara violación a sus derechos”.
Una vez conocido el fallo del juez, el alcalde neoyorquino afirmó en un escueto comunicado de prensa que la plaza Zuccotti seguirá abierta al público mientras los manifestantes cumplan con las normas de ese parque y recordó que el derecho a la libertad de expresión no permite poner en peligro la seguridad de otras personas.
Bloomberg había defendido personalmente el desalojo al asegurar que la plaza se estaba convirtiendo “en un lugar donde las personas no venían a protestar, sino a violar las leyes y, en algunos casos, a hacer daño a otras personas”, ya que “algunos negocios habían recibido amenazas” y los vecinos temían “por su calidad de vida”.
“El desalojo de esta madrugada fue asqueroso y demuestra que en el fondo Bloomberg está más interesado en preservar los intereses financieros que los de los trabajadores estadounidenses”, añadió a Efe el portavoz del movimiento, quien acusó al alcalde de “faltar el respeto a la libertad de expresión”. (EFE)