Fiel a sus estilo y fuertemente afectado, el presidente Felipe Calderón dejará que terminen los actos funerarios y guardará unos par de duelo antes de nombrar a su quinto secretario de Gobernación en el sexenio. En Los Pinos, donde no se reponen del duro golpe que significó la trágica y sorpresiva muerte de Francisco Blake, han comenzado a analizar el perfil de quien ocupará el despacho de Bucareli en el año que resta a este gobierno.

 

Públicamente se guarda aun sigilo sobre el sustituto de Black, pero dentro del gabinete y la casa presidencial se han comenzado a barajar algunos nombres de quienes pueden ser invitados por Calderón a ocupar esa posición. La lista está formada por tres colaboradores cercanos del presidente y un congresista del PAN, en el entendido de que a quien mandé, deberá pasar el filtro de la oposición, que lo vea como un interlocutor válido, especialmente el PRI.

 

La lista la encabeza Alejandro Poiré, actual director del CISEN, y quien fue ya funcionario de alto nivel en la Secretaría de Gobernación. Es el candidato más fuerte y el fin de semana hubo ya versiones de que presentó su renuncia al centro de inteligencia. El único pendiente de Poiré es que tendría que sacrificar su aspiración a convertirse en senador en la próxima legislatura, y saber si el PRI lo ve con buenos ojos.

 

Otro mencionado para Segob es Roberto Gil Zuarth, particular del presidente. En los hechos, Gil ya lleva parte de la operación política de este gobierno, pues desde su nombramiento, el pasado 8 de enero, Calderón le encomendó públicamente “llevar la relación con otros poderes” y le dio algunas de las funciones que por ley debía desarrollar el fallecido Blake Mora. El joven político, que goza de todas las confianzas presidenciales, también tendría que sacrificar su aspiración al Senado por Chiapas.

 

El tercero en la lista que mencionan en Los Pinos es Javier Lozano Alarcón, secretario del Trabajo. Tras su renuncia a la candidatura presidencial, Lozano confirmó su lealtad a Calderón, del que fue un operador político cercano desde la campaña de 2006. Su experiencia política y su cercanía con algunos grupos del PRI, por su pasado priista, están a su favor.

 

El único posible secretario que no saldría del gabinete es José González Morfín. El actual coordinador del PAN en el Senado es un político dialoguista y con gran comunicación con el PRI y el PRD, lo que junto con su lealtad al calderonismo lo vuelve una opción interesante, si Calderón no quisiera sacrificar a cualquiera de los otros tres que tienen aspiraciones para las elecciones de 2012.

 

De uno de esos saldrá el nuevo secretario de Gobernación. No son muchos los que quisieran ocupar un cargo tan complicado en el ocaso de la administración, especialmente por las coincidencias trágicas en que han muerto dos de sus ocupantes, mientras que los otros dos salieron molestos y enojados con el presidente. No pasa del viernes para que sepamos quien enfrentará lo que en los corrillos políticos ya mencionan con cierto humor negro como “la maldición de Bucareli”.

 

NOTAS INDISCRETAS… Ahora que las investigaciones se realizan sobre el trágico accidente del helicóptero en que viajaban ocho funcionarios federales, nos llegó una anécdota según la cual, durante los funerales de Juan Camilo Mouriño en Campeche, el presidente Calderón tuvo una plática con Carlos, el hermano del ex titular de Segob. “Solo dime una cosa –le decía desesperado el otro joven Mouriño– tú me puedes asegurar que esto fue un accidente”. Dicen que la respuesta, en ese momento de Calderón fue el silencio… Segunda Escalera de los dados. Parece buena racha.

 

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