Hoy, un grupo mayoritariamente formado por jóvenes,  estarán cumpliendo un mes de haberse instalado frente a la Bolsa Mexicana de Valores de la ciudad de México, para manifestar su repudio a la actual política económica.

 

Su movimiento está inspirado en el 15-M español que luego se generalizó a 951 ciudades de 82 países. Allí mismo, un profesor de la UAM, Edur Velasco Arregui, habrá cumplido ya más de treinta días en huelga de hambre. Ambas protestas, con demandas específicas, comparten una petición que se ha vuelto global: un cambio en la distribución de la riqueza.

 

Mientras permanecen sobre el Paseo de la Reforma, a este grupo de Indignados les ha pasado casi de todo.

 

“Durante los primeros días, venía un señor por la noche para gritarnos: el capital es el capital, como una forma de advertirnos que no hay salida; a semana y media, como a eso de las seis de la mañana, nos despertó de un salto una movilización de granaderos alrededor de la BMV; luego nos enteramos  que era por que habría una protesta de miembros del Barzón”.

 

“A 16 días del plantón, tuvimos la noche más fría  que ha habido hasta el momento, y al día siguiente, nos llegó como donación un paquete de ropa térmica. Hace algunos días, por seguridad, dejamos de usar la máscara que popularizó Ocupemos Wall Street, debido al temor de que  nos vincularan con el colectivo anarquista de hackers Anonymous, el cual le declaró la guerra al narco en nuestro país”, señalaron participantes del Movimiento.