México tiene, a decir de algunos estudios, una de las democracias más caras del mundo, un presupuesto exagerado que permite que se enriquezcan “niños verdes” , partiditos, partidotes, presidentes de partido en turno, consejeros electorales, candidatos, amigos del candidato, medios, prensa, asesores y cuanto personaje o institución  se vincula con nuestra famélica pero glotona democracia.

 

Y además de ayudar a los anteriormente mencionados, ayuda a   que supuestamente crezcamos en civilidad y que algún día alcancemos una madurez que nos permita decidir democráticamente y sin gastos excesivos, no como en  aquellos 70 años de simulaciones priistas en donde supuestamente podíamos decidir los ciudadanos cuando quien realmente decidía era el presidente en turno a quién dejaba como sucesor.

 

Hoy la democracia mexicana ha permitido la alternancia en el poder, cosa que todavía no sabemos si es buena porque las situaciones parecen que solo cambian de actores pero al menos ya los ciudadanos parecen influir en algo  y eso es ganancia.

 

Lo increíble y detestable resulta, como ahora lo vimos en Michoacán, que los contendientes se alzan solos la mano una vez que se cierran las casillas, como si por hacerlo se les tuviera que dar como ganadores,  una actitud inmadura, irresponsable y tercermundista la que mostraron PRI, PAN y PRD  que de manera totalmente antidemocrática se erigen ellos mismos como ganadores sin esperar que se cuenten los votos ciudadanos.

 

Una irresponsabilidad porque pueden causar que los seguidores se sientan defraudados una vez escrutadas las casillas e inicien la violencia porque se sienten despojados, una puñalada a la civilidad sin duda de los tres partidos y sus rémoras que prefieren el poder que el bienestar ciudadano, prefieren su beneficio que el ejercicio democrático.

 

Esto sin duda tendrá que ser legislado al grado de que quien lo haga antes de un recuento de votos se le anulen todos los logrados, no puede ser tanta “chabacanería ”  de quienes suponen enarbolan grupos democráticos , democráticos entre comillas, ya que ni en sus propias elecciones internas respetan los acuerdos.

 

Pero lo que vimos en imágenes en Michoacán por parte de los tres candidatos y los líderes de sus partidos fue simplemente una falta de educación que solo con nalgadas, creo yo, pueden  aprender a respetar a quienes les dan el dinero para que ellos compren los dulces.

 

@EstebanArce_