La ex presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, acusada de fraude electoral en 2007, fue puesta hoy bajo arresto en el hospital donde recibe tratamiento médico en Manila, la capital de ese país.

 

El arresto tuvo lugar la tarde de este viernes, horas después de que las autoridades judiciales emitieron una orden de aprehensión contra Arroyo, a quien la comisión electoral acusó de fraude para obtener un escaño en el Senado para uno de sus partidarios en la elección de 2007.

 

La antigua mandataria filipina, quien ha buscado autorización para salir del país a fin de atender su salud, niega cualquier cargo y asegura que todos los señalamientos en su contra son fabricados.

 

Desde hace varios meses se especulaba que Arroyo estaba a punto de ser acusada de fraude electoral y malversación de fondos, por lo que el gobierno la puso en la lista de los filipinos que deben pedir autorización para salir del país.

 

Arroyo, presidenta filipina de 2001 a 2010, presentó un recurso legal argumentando que la interdicción de viajes infringía su derecho constitucional a ser considerada inocente hasta que se le declarara culpable. El Tribunal Supremo dictaminó en su favor dos veces.

 

La ex presidenta afirma que padece de una enfermedad rara de huesos y necesita tratamiento médico especializado, por lo que ha intentado salir del país en dos ocasiones, mismas que han sido frustradas por la policía.

 

En fecha reciente, fue vista en el aeropuerto en una silla de ruedas y con un collarín ortopédico.

 

La comisión electoral acusó a Arroyo de haber pedido a esa instancia “forzar” los resultados de las elecciones legislativas de 2007 para dejar fuera a un candidato de la oposición y favorecer a uno de sus partidarios.

 

De ser encontrada culpable de fraude electoral, la ex mandataria podría enfrentar hasta cadena perpetua, que es la máxima sentencia prevista por la ley filipina.