El presidente del Gobierno español y líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, participó hoy en el único mitin conjunto de la campaña para los comicios del domingo con el candidato de su partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, que intenta revertir los adversos resultados de las encuestas.
En una jornada electoral en la que de nuevo la economía y la presión de los mercados financieros sobre la deuda española acaparó el protagonismo, Zapatero viajó a la ciudad andaluza de Málaga, en el sur del país, para respaldar al candidato socialista a Presidente del Gobierno.
En su intervención, el jefe del Ejecutivo, que sigue siendo secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), apeló a la movilización de la “mayoría progresista” y elogió la personalidad y la labor desempeñada por Rubalcaba, su capacidad de decidir y de actuar.
Pero, sobre todo, hizo hincapié en que la derrota de la organización terrorista ETA no hubiera sido posible sin él.
“Nada hubiera sido posible sin Alfredo Pérez Rubalcaba”, subrayó al referirse al anuncio de ETA, el pasado 20 de octubre, “del cese definitivo de su actividad armada”.
Rubalcaba fue vicepresidente primero del Gobierno de Zapatero y también ministro del Interior, por lo que era el máximo responsable de la lucha antiterrorista.
El jefe del Ejecutivo defendió también la gestión de la crisis que ha hecho su Gobierno.
“Ahora, ya todo el mundo sabe que la crisis no es de España, sino global y europea, que tenemos menos deuda pública que Francia o Alemania, pero nos afecta”, señaló, para destacar que su partido “es capaz de sacrificarse” por el interés general del país.
En este contexto reprochó al opositor Partido Popular (PP, centroderecha), al que las encuestas dan como gran favorito para ganar los comicios del 20 de noviembre, no haber apoyado a su Gobierno y a España “ni en los momentos fáciles ni en los difíciles”.
Rubalcaba fue elegido por el PSOE para encabezar su lista electoral en las elecciones del 20 de noviembre después de que Zapatero -que ganó los comicios frente a Mariano Rajoy en 2004 y 2008- anunciara que no concurriría a un tercer mandato.
Hasta hoy, el líder socialista y jefe del Ejecutivo, ha mantenido un perfil bajo durante la campaña, sin apenas apariciones.
Los analistas destacan que, además de este segundo plano de Zapatero, Rubalcaba haya recurrido al apoyo de antiguos dirigentes socialistas, como el expresidente del Gobierno Felipe González, muy activo en esta campaña electoral.
Los sondeos vaticinan un fuerte castigo al gobernante PSOE por las consecuencias de la crisis, especialmente por el alto desempleo que supera el 21 por ciento de la población activa -el 45 % en los menores de 25 años-, y una amplia victoria de PP, que podría superar con holgura los 176 escaños que establecen la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados (350 asientos).
Los socialistas confían en amortiguar la derrota que les auguran las encuestas con el voto de última hora de los indecisos y han centrado su campaña en la recta final en movilizar a la parte de su electorado más desmotivada y decepcionada.
Bajo el lema “Pelea por lo que quieres”, han multiplicado sus actos electorales por todo el país y pretenden emular lo ocurrido en las elecciones de 1996, cuando, aunque perdieron, tuvieron una “derrota dulce” en la que Felipe González se quedó a solo 1,2 puntos de José María Aznar.
Ahora, el PSOE se ve acorralado por la crisis económica y los mercados financieros, que acosan a la deuda soberana del país, que hoy batió un nuevo récord al cerrar en 460 puntos básicos, su posición más alta desde la implantación del euro.
Muy distintas son las sensaciones que vive su principal rival, el PP, que concentra sus esfuerzos en ensanchar todo lo posible la mayoría absoluta que le vaticinan las encuestas.
Hoy, su candidato a presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró en un mitin en Cataluña que se presenta a las elecciones para evitar que España siga más tiempo “en la política de la avestruz”, esperando “a que se marche el león” de la crisis.
Para el presidente del PP, ha llegado “la hora de la verdad”, y no sólo porque ésa sea la principal cualidad que quiere imprimir al que sea su Gobierno, sino porque la situación económica así lo requiere.
Casi 36 millones de electores podrán elegir el 20N a los 350 miembros de la cámara baja y a los 208 senadores que forman la cámara alta. (EFE)