Ante el temor de ser víctimas de la delincuencia organizada y hasta de un acto terrorista, ocho de cada 10 ciudadanos respaldan el incremento de efectivos del Ejército en las calles y cuatro de cada 10 el que se permita la presencia de agentes estadunidenses a territorio nacional.

 

Así lo revelan los resultados de la Novena Encuesta Nacional sobre la Percepción de Inseguridad Ciudadana en México elaborada por Consulta Mitofsky y la organización civil México Unido Contra la Delincuencia (MUCD).

 

Para la realización de este estudio, la casa encuestadora que preside Roy Campos visitó los hogares de mil personas a nivel nacional, seleccionadas específicamente para tener una muestra representativa de la población.

 

Como punto de partida, la encuesta reveló que el tema de la inseguridad y la violencia se ha ubicado como la mayor preocupación de los mexicanos este año, pues el 35.4% los encuestados respondió que les angustia esta situación, por encima del 19.8% que dijo que el principal problema es la crisis económica, y el 16.9% que el desempleo.

 

Ocho de cada diez ciudadanos consideró que la situación de seguridad en el país ha empeorado y ahora sólo un 14% cree que Felipe Calderón ganará la guerra contra el crimen organizado, esta última cifra es menor en un 9% a la registrada en la encuesta de 2010, cuando un 23% de los entrevistados pensaba que vencería.

 

Al ser consultados sobre ser víctimas de algún delito, el 55% dijo que teme sufrir un atentado terrorista, mientras que el 63% por ciento reconoció que tiene miedo a un secuestro, y el 74% a un robo a mano armada.

 

En esta encuesta 3 de cada 10 personas dijeron haber sido víctimas de algún delito y uno de cada cuatro de los entrevistados aseguró conocer a alguien que ha muerto a consecuencia de la lucha contra las organizaciones criminales.

 

En este contexto, el número de mexicanos que están de acuerdo con que se incremente la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles, al pasar de 71.3% hace seis meses a 86.3% en noviembre. En el norte del país es mayor la proporción de los ciudadanos que aprueban el despliegue de los militares en sus ciudades.

 

No solo eso. El 86% cree que las fuerzas armadas deben mantener en operación retenes para la revisión de vehículos, y el 78% piensa que los soldados deben ser incorporados a la policía.

 

Es significativo también que el 37.4% de los encuestados opina que hay que permitir la presencia de agentes estadunidenses trabajando en el país. El 33.5% se mostró además a favor de legalizar las drogas, y el 32.6% de hacer incluso un pacto con los criminales.

 

El trabajo de MUCD y Mitofsky evidencia además la poca confianza en que la estrategia del gobierno federal en materia de seguridad, pues el 44% cree que hacia final del sexenio la situación seguirá igual y el 30% que empeeorará; solo el 14 por ciento vio un resultado optimista.

 

 

Miedo y pesimismo: Roy Campos

 

Al hacer la presentación de la encuesta, el director general de Consulta Mitofsky, Roy Campos, concluyó que los resultados son una evidencia inequívoca de que cada vez hay más preocupación por el tema de la inseguridad, al tiempo en que menos confían en que el problema va a resolverse este sexenio.

 

Consideró especialmente grave el que  cerca de 25% diga conocer a una víctima mortal por el combate al crimen organizado, y que 8 de cada 10 considere que en términos generales la situación de seguridad continúe deteriorándose.

 

“De ahí podemos entender porque la gente pide que el número de soldados en la calle suba,  o que se permita la presencia de agentes estadounidenses, que se legalicen las drogas como se hace con el alcohol,  o que se  negocie o hagan pactos con el crimen organizado”, señaló.

 

El Secretario General de MUCD, Juan Francisco Torres Landa, señaló que la legalización de algunas drogas de forma controlada, como se hace en varios países del mundo, es un recurso que permitiría atacar directamente a la rentabilidad del negocio del narcotráfico y por ende, a su debilitamiento.

 

Los resultados de la encuesta, subrayó, evidencian que pese a que en la última década el presupuesto para la seguridad se ha incrementado en más de un 287 por ciento, el fenómeno delictivo no muestro una evaluación favorable al menos en la mente y el sentir de los ciudadanos.