TORONTO. El Gobierno canadiense dijo hoy que el Protocolo de Kioto es “cosa del pasado” pero no confirmó ni desmintió versiones de prensa según las cuales antes de fin de año anunciará su retirada formal del acuerdo para reducir el cambio climático.
El ministro canadiense de Medio Ambiente, Peter Kent, si bien no comentó esas versiones, sí confirmó hoy que Canadá no firmará la extensión de los objetivos establecidos en Kioto durante la Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17) que se celebra desde hoy y hasta el 9 de diciembre en la ciudad surafricana de Durban.
“No vamos a realizar un segundo compromiso con Kioto”, dijo Kent durante una rueda de prensa.
Cuando se le preguntó directamente si Canadá se retirará del Protocolo de Kioto, Kent dijo que va a Durban con el objetivo de lograr “un mandato para negociar un nuevo acuerdo vinculante que eventualmente incluirá todos los principales emisores del mundo”.
“Nuestro Gobierno piensa que la firma por el anterior Gobierno (canadiense) del Protocolo de Kioto fue uno de los mayores errores que se hicieron. El compromiso de nuestro Gobierno es con Copenhague y con un plan realista de reducción de gases con efecto invernadero alineados con nuestro vecino (Estados Unidos)”, añadió Kent.
La ratificación canadiense del Protocolo de Kioto suponía que para 2012 el país iba a reducir un 6% sus emisiones con respecto a las de 1990.
Pero a fecha de 2009 las emisiones canadienses habían aumentado un 34% por encima de las de 1990.
Gran parte del aumento de las emisiones es fruto de la masiva explotación de las arenas bituminosas de la provincia de Alberta que se consideran las mayores reservas de petróleo del mundo junto con las de Arabia Saudí.
Las raíces del gobernante Partido Conservador del primer ministro Stephen Harper se encuentran precisamente en Alberta, que en la última década se ha convertido en uno de los centros económicos y petroleros del mundo gracias a miles de millones de petrodólares.
Canadá está embarcada en una masiva campaña de relaciones públicas a nivel mundial para etiquetar el crudo de las arenas bituminosas como “petróleo ético” en contraposición al procedente de países árabes y para acallar las críticas de los grupos medioambientales.
Precisamente hoy medios de comunicación británicos revelaron que el Gobierno del primer ministro David Cameron está dando “apoyo secreto” a los yacimientos de Alberta para evitar que sean penalizados por la Unión Europea por su elevada tasa de contaminación.
Las compañías británicas Shell y BP son dos de las principales empresas involucradas en el desarrollo de las arenas bituminosas de Alberta. (EFE)