El corredor comprendido por los estados de Sinaloa, Jalisco, Nayarit y Michoacán, ha dado cuenta de la disputa entre el cártel del Pacífico –liderado por Joaquín El Chapo Guzmán-, contra la alianza Zetas-Milenio, y el de los Carrillo Fuentes.

 

Las ejecuciones masivas de cuerpos abandonados en las capitales de los dos primeros estados, no son el único saldo de la disputa territorial por esa zona del país.

 

Autoridades estatales de Sinaloa y Jalisco detallan dos antecedentes que ejemplifican la violencia por estas disputas. El 25 de mayo de este año, un enfrentamiento entre presuntos integrantes de Los Zetas y el grupo de Guzmán Loera, en el municipio de Ruiz, Nayarit, dejó un saldo de 29 muertos.

 

El procurador de esa entidad, Óscar Herrera López, calificó la refriega como el tiroteo con mayor número de muertos registrado en ese estado.

 

El 19 de junio de 2011, se encontraron tirados 14 cadáveres en la zona limítrofe de Jalisco y Michoacán.

 

Sin embargo, en los últimos cuatro días, el foco se centró en Culiacán, Sinaloa y en Guadalajara, Jalisco, por el hallazgo de un total de 51 cuerpos, en avenidas concurridas de ambas ciudades.

 

Las víctimas, personas calcinadas y estranguladas, tenían oficios diversos; había mecánicos, repartidores de alimentos, jornaleros, choferes y empleados de tiendas departamentales.

 

En el caso de Culiacán, tres de los calcinados eran policías estatales, y en Guadalajara, cinco de los 26 muertos, tenían antecedentes penales.

 

Opiniones diversas

Las reacciones ante la escalada violenta en las capitales de ambas entidades, ha tenido matices. En Jalisco, empresarios, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, los alcaldes de la zona metropolitana (Guadalajara, Tlaquepaque y Tonalá), y las autoridades estatales han urgido la presencia de policías federales y de militares, para tener mayor seguridad pública.

 

Sin embargo, en Sinaloa, el gobernador Mario López Valdez, declaró que para hacerle frente a la inseguridad sólo emplearán a policías estatales y municipales.

 

El propio mandatario de Sinaloa ha enviado a sus tres hijos al extranjero, ante la amenaza de un secuestro. También el secretario de Gobierno de esa entidad, Gerardo Vargas Landeros, admitió que como medida de protección sacó a sus hijos del país.

 

Los nombres de los gobernadores de Jalisco, Emilio González Márquez, y de Sinaloa, López Valdez, aparecieron en el mensaje dejado junto a los 26 cadáveres, que aparecieron la mañana del pasado jueves en los arcos del Milenio, en Guadalajara.