La cumbre anual entre Estados Unidos y la Unión Europea comenzó hoy en la Casa Blanca para tratar asuntos como la crisis de la deuda en Europa y los movimientos de agitación social en los países árabes.
El presidente estadunidense, Barack Obama, encabeza la representación de su país, que está formada también por el consejero de Seguridad Nacional, Tom Donilon, y el secretario del Tesoro, Tim Geithner, entre otros altos funcionarios.
Por parte de la UE asisten el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y la alta representante para la Política Exterior, Catherine Alshton.
Es el primer encuentro que se celebra en Washington desde que entró en vigor el tratado de Lisboa hace dos años, que estableció un nuevo formato para la representación exterior de la UE, y se produce en medio de un pulso desesperado de los gobiernos europeos por devolver la calma y la confianza a los mercados.
De momento, ninguna de las decisiones tomadas por los líderes y las instituciones de la zona euro ha logrado impedir el contagio de la crisis, que empezó en Grecia pero que ya se ha cebado en economías mucho mayores como Italia o España, mientras la entera Eurozona sufre las consecuencias de la huida de los inversores.
Dentro de diez días, los veintisiete líderes de la UE celebrarán en Bruselas un Consejo Europeo en el que podrían dar forma a un nuevo pacto fiscal, que preparan con la máxima reserva la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y que endurecerá la disciplina presupuestaria dentro de la zona euro.
Ello podría abrir la vía a una intervención más contundente del Banco Central Europeo en apoyo de la deuda de los países más acosados.
En las últimas semanas, el gobierno estadounidense ha dado muestras de impaciencia por lo que considera una reacción demasiado lenta y débil de los dirigentes europeos ante una crisis que amenaza no sólo el bienestar de Europa y su proyecto de unidad, sino también la estabilidad financiera internacional y el crecimiento económico mundial.
EU y la UE concentran más del 50 % del PIB mundial y más del 40 % del comercio, por lo que siguen siendo el bloque económico más importante del planeta.
La cumbre será la ocasión igualmente para hacer balance de la evolución de la llamada “primavera árabe”, en la que estadounidenses y europeos han ido de la mano en el apoyo a las aspiraciones democráticas de los pueblos del norte de África y Oriente Medio.
Hablarán igualmente de los próximos pasos en relación con Irán, después de que Estados Unidos decidió endurecer las sanciones contra el Gobierno de ese país.
Tras la sesión matutina, los líderes tienen previsto un almuerzo de trabajo en la Sala Oeste de la Casa Blanca, tras lo cual mantendrán una nueva ronda de consultas antes de ofrecer una declaración conjunta, sin preguntas, a la prensa.