La opinión pública francesa está consternada por la muerte de un pequeño de tres años, Bastien, a quien su padre, “en un ataque de locura”, metió a la lavadora de ropa para castigarlo por haberse portado mal en la escuela.
Bastien, quien vivía en Germiny L´Evêque, en el norte de Francia, murió la noche del viernes a causa de las lesiones que sufrió cuando su padre, Christophe, encendió la lavadora donde lo había encerrado para castigarlo.
La policía arrestó a Christophe, de 33 años, por la muerte del menor, y a la madre Charlène, de 25, por no impedir el crimen y no proporcionar ayuda a una persona en peligro, y los envió a la prisión de Fleury-Mérogis.
Vecinos, amigos y familiares de los implicados dijeron haber sido testigos del habitual comportamiento violento del hombre, pero se dijeron sorprendidos de que “llegara tan lejos”, indicó el diario Le Parisien.
Según fuentes de la policía local, Christophe encerró al niño en la lavadora, que después encendió en posición de centrifugado.
Minutos después, Charlène sacó a su hijo, congelado, de la lavadora, y corrió a buscar ayuda, pero explicó a una vecina que Bastien se había caído por la escalera.
“Yo tomé al pequeño en mis brazos. Bastien estaba blanco, sus huesos parecían todos rotos, prácticamente como un muñeco de trapo. Escuché el último latido de su corazón y murió”, relató Alice, vecina que acudió al llamado de Charlène.
Según Alice, el padre del niño estaba recostado sobre un sillón y “de ahí no se movió”.
Tras ser detenido por la policía, Christophe declaró que Bastien cayó por las escaleras, pero su otra hija, Maud, de cinco años, reveló lo ocurrido y aseguró que su padre siempre encerraba al niño en la lavadora.
Para la madre de Christophe, “el castigo que infligió fue resultado de un ataque de locura”, pero los padres de Charlène dijeron que su yerno nunca quiso al niño.(notimex)