El líder del francófono Partido Socialista de Bélgica, Elio Di Rupo, presentó hoy al rey Alberto II el proyecto de acuerdo alcanzado anoche por los seis partidos que formarán el nuevo gobierno del país, casi un año y medio después de los comicios generales de junio de 2010.

 

Los congresos de los partidos socialdemócrata, demócratacristiano y liberal de las dos grandes comunidades del país -la francófona de Valonia y la flamenca de Flandes- deberán dar su visto bueno al acuerdo antes del inicio de la próxima semana, cuando el Parlamento se pronunciará al respecto.

 

Salvo algún imprevisto, el nuevo gobierno deberá prestar juramento el 7 de diciembre y Di Rupo se convertirá, entonces, en el primer francófono en gobernar Bélgica desde 1974.

 

A los 60 años de edad, ese hijo de inmigrantes italianos y doctor en Ciencias, que fue presidente regional de Valonia entre 2005 y 2007, será también el primer homosexual en asumir la jefatura del gobierno belga.

 

Tras superar el difícil desafío de poner de acuerdo a valones y flamencos, Di Rupo se dedicará ahora a definir cuántos ministros de cada comunidad compondrán su gobierno.

 

Los flamencos, cuya población es mayoritaria en Bélgica, ya señalaron que no admitirán una mayoría de ministros valones y quieren que la filiación comunitaria del primer ministro valón sea considerada a la hora de formar un Ejecutivo paritario, contrariando la tradición.

 

Por ahora lo único cierto es que el partido vencedor de las últimas elecciones, el nacionalista flamenco N-VA, se quedó fuera del nuevo gobierno debido a la incapacidad de su líder, Bart De Wever, de ponerse de acuerdo con las demás formaciones.