Es común que en estas fechas nos empecemos a cuestionar cuáles son las expectativas económicas para el próximo año. Esto obedece a que nuestros ciclos económicos no permiten prever a largo plazo el camino, la trayectoria y la tendencia que en materia presupuestal queremos o debemos tener en el futuro mediato.

 

Lo anterior como consecuencia de que tanto la Ley de Ingresos como el Presupuesto de Egresos tienen carácter anual, lo que conlleva a que la tendencia económica sea limitada por no preverla con una proyección mayor a 365 días, afectando la programación de los proyectos, ya que si bien es cierto algunos se podrán realizar en un ejercicio, también lo es que para otros se requiere de un plazo mayor para concluirse.

 

En la Ley de Ingresos se establecen tres grandes rubros que corresponden al ingreso que obtendrá el Gobierno Federal, siendo el primero el que se refiere a los impuestos; el segundo a los ingresos que generan los organismos y las empresas de participación estatal, así como las aportaciones de seguridad social y, el último, los ingresos derivados de financiamientos, tanto en el endeudamiento neto del Gobierno Federal como en el déficit de organismos y empresas de control directo.

 

Si bien todos los rubros son importantes, hago referencia a aquel que afecta la economía de las personas físicas y de las empresas y es el que corresponde a los impuestos y dentro de ellos considerando los más importantes y que van relacionados al ingreso como es el caso del impuesto sobre la renta y el impuesto empresarial a tasa única, el impuesto el valor agregado y el especial sobre producción y servicios.

 

Si nosotros observamos las leyes de ingresos de los ejercicios del 2008 al 2012, se destaca que año con año, los ingresos por impuestos se incrementan, sin que ello guarde proporción con el número de personas que contribuyen al gasto público, ya que si bien es cierto la población se ha incrementado considerablemente, ello no se ve reflejado en una mayor participación en la recaudación, no obstante la pretensión del Gobierno Federal de ser más eficiente en la administración, cobro y fiscalización de los gravámenes.

 

De acuerdo con la Ley de Ingresos de 2012, se pretende obtener por el rubro general de impuestos mil 466 mil 179 millones de pesos, aproximadamente, que en comparación a 2011 implica un incremento de mil 880 millones de pesos, lo cual es muy por abajo del crecimiento poblacional y de nuestra economía.

 

Por otro lado, el Presupuesto de Egresos si bien es más conservador, no por esto disminuye, sino que se incrementa aproximadamente en 6% en comparación al 2011.

 

En un marco general lo que se contempla es el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en 3.5%, la inflación en 3%, el tipo de cambio promedio de $12.20 pesos por dólar, la plataforma de producción de Pemex en 2 millones 600 mil barriles diarios y la de exportación, en un millón 167 mil barriles diarios, con un precio promedio por barril de petróleo de $84.90 dólares.

 

Lo anterior refleja a grandes rasgos los efectos de la Ley de Ingresos, misma que se presenta ante la Cámara de Diputados a iniciativa del Poder Ejecutivo, la cual es analizada y discutida para posteriormente pasar a la Cámara revisora, que en este caso es la Cámara de Senadores; para que una vez aprobada sea publicada en el Diario Oficial de la Federación.

 

En el caso del Presupuesto de Egresos no se realiza el mismo procedimiento comentado en el párrafo anterior, ya que el Poder Ejecutivo lo presenta ante la Cámara de Diputados, ésta lo estudia y lo sanciona, es decir lo aprueba.

 

Finalmente y haciendo referencia nuevamente a los impuestos, si observamos la Ley de Ingresos para este año (2011) y la aprobada para 2012, la diferencia entre ambas es de mil 880 millones de pesos, cuando el crecimiento del PIB para 2012 es de 3.5% lo que no guarda relación alguna, lo que nos lleva a concluir que la recaudación es menor a las necesidades del país y no refleja un crecimiento acorde con nuestra economía.

 

 

* Socio de Mancera, S.C., integrante de Ernst & Young Global.

Coordinador de los diplomados en impuestos en el Instituto Tecnológico Autónomo de México.