El número de adolescentes estadunidenses que participan en «sexting» (el envío de imágenes sexuales a través del teléfono móvil o internet) ha aumentado en los últimos años, pero en su mayoría sólo como una acción experimental, indicó un estudio.

 

Los resultados del análisis, que difunde esta semana la Academia Estadunidense de Pediatría (AAP) en la revista Pediatrics, indican que si bien entre los niños es poco común el envío de este tipo de mensajes, los adolescentes lo practican cada vez más.

 

Para la investigación denominada «Prevalencia y características de la Juventud Sexting: Un Estudio Nacional», se llevó a cabo una encuesta entre mil 560 jóvenes usuarios de internet, en las edades de 10 a 17 años, sobre sus experiencias en crear o recibir imágenes o videos sexuales.

 

Los investigadores, coordinados por Kimberly J. Mitchell, de la Universidad de New Hampshire (UNH), encontraron que un 2.5 por ciento de los jóvenes había participado en «sexting» en el último año, con fotografías o videos mostrándose desnudos o casi desnudos,

 

Pero sólo el 1.0 por ciento involucró imágenes que pueden violar las leyes de pornografía infantil, es decir, sexualmente explícitas.

 

Si el «sexting» se define como la transmisión de imágenes sexualmente sugestivas, en lugar de imágenes de contenido sexual explícito, esa cifra aumenta hasta el 9.6 por ciento, precisó el documento.

 

El 7.1 por ciento dijo que había recibido imágenes de desnudos o desnudos de otros y en un 5.9 por ciento de los casos las imágenes fueron de contenido sexual explícito, pero pocos fueron los que distribuyeron o publicaron estas imágenes.

 

La mayoría de adolescentes que han participado lo hace como una broma, o mientras están en una relación. Un número significativo de los incidentes, el 31 por ciento, incluyó el uso de alcohol o drogas, y la mitad de los casos registrados se produjeron más de una vez.

 

En otro estudio relacionado, denominado «¿Con qué frecuencia los adolescentes son arrestados por Sexting?”, se señala que muchos jóvenes solo recurren al «sexting» de manera experimental, pero la mayoría de las detenciones se da porque ha estado involucrado un adulto.

 

La investigación, que toma datos de una muestra nacional de casos policiales, analiza las características de esas situaciones investigadas, sus resultados en respuesta a las preocupaciones clínicas y los riesgos del comportamiento de «sexting».

 

Los investigadores, coordinados por Janis Wolak, del Centro de Investigación de Crímenes contra los Niños de la UNH, utilizaron una muestra nacional de dos mil 712 casos durante 2008 y 2009, de un total atendido de tres mil 477, seguidos con entrevistas telefónicas detalladas.

 

Dos tercios de los casos se trataba de un «agravante» circunstancial más allá de la creación y/o difusión de una imagen sexual.

 

En el 62 por ciento de los casos hubo un adulto involucrado, en el 36 participaron otros jóvenes mayores y en el 18 por ciento eran situaciones «experimentales», es decir, adolescentes actuando sin elementos agravantes, con conductas propias de su edad.

 

En el 36 por ciento de los casos graves estuvo involucrado un adulto y concluyó en arrestos, mientras que en el 31 por ciento hubo un adolescente adoptando un comportamiento malicioso, sin consentimiento, o abusivo.

 

El 63 por ciento de las imágenes fueron distribuidas por teléfono celular y en pocos situaciones calificadas de inusuales se aplicó el registro del joven como «delincuente sexual».

 

En muchos de los casos de «sexting» que llegan a la atención de la policía son las circunstancias agravantes las que aumentan las preocupaciones sobre la salud del adolescente y el comportamiento sexual de riesgo, aunque en algunos de ellos son relativamente inofensivos.

 

El estudio advirtió que la detención de los jóvenes en estos casos no ha sido una constante siempre y cuando no esté involucrado un adulto.

 

Los investigadores opinaron que los jóvenes necesitan ser educados sobre las consecuencias de la posesión o distribución de imágenes sexuales explícitas, lo que es considerado como un delito penal, y proporcionarles consejos sobre qué hacer si reciben una imagen de «sexting».(Notimex)