México, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua se congratularon por la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio México-Centroamérica, el cual permitirá fortalecer las economías de la región y establecer un mercado potencial de 150 millones de consumidores.
En el marco de la XIII Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla, el presidente Felipe Calderón consideró una buena decisión la integración comercial de esos países, la cual se ha incrementado con paso firme, lo que se refleja en que en los últimos 10 años el intercambio comercial ha crecido casi cuatro veces.
Indicó que dicho acuerdo, firmado el 22 de noviembre, facilitará y aumentará el comercio mediante la armonización de reglas para hacerlas homogéneas, por lo que se tendrá una normatividad, un certificado de origen y una sola instancia de interlocución.
Hizo notar que tan sólo en 2010 el intercambio alcanzó un valor mayor a seis mil 500 millones de dólares, además de que Centroamérica se ha consolidado como un destino privilegiado para la inversión, en este caso de origen mexicana, y hoy es el cuarto lugar preferido en todo el mundo para los inversionistas en América Latina.
En la firma de la Declaración Presidencial alusiva a la entrada en vigor de dicho tratado comercial, Calderón indicó que su suscripción es un paso indispensable para fortalecer la región y permitirá que las economías de la región vayan mucho más allá de acuerdos bilaterales.
Se declaró un “absoluto convencido” de los beneficios del comercio y que está cierto de que la ampliación de éste genera ganancias para todos: los consumidores, que tendrán mejor calidad y precio, y los productores, porque en una economía global la competitividad se define en la capacidad de tener acceso a los insumos.
El documento fue suscrito por los presidentes de México, Felipe Calderón Hinojosa; de Honduras, Porfirio Lobo, y de Guatemala, Álvaro Colom.
También por el viceministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Orlando Gómez; por el ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador, Hugo Martínez, y por el primer vicepresidente de Costa Rica, Alfio Piva; estuvieron presentes además los mandatarios de Chile, Sebastián Piñera, y de Panamá, Ricardo Martinelli.
El presidente mexicano subrayó que el tratado comercial entre Centroamérica y México “no excluye, sino al contrario, complementa y fortalece otros mecanismos de integración y solidaridad que tenemos”, como el Proyecto Mesoamérica.
Mencionó que el acuerdo permitirá el fortalecimiento de las cadenas productivas, porque las empresas tendrán ganancias en economías de escala y se volverán más eficientes y dinámicas, con lo cual se beneficiará en particular a las pequeñas y medianas compañías.
De igual forma dará certidumbre a los inversionistas y facilitará las transacciones comerciales, además de que establece mecanismos para la solución de controversias, refuerza los compromisos en materia de propiedad intelectual y exenta de aranceles a la mayoría de la actividad comercial entre los países, agregó el mandatario.
En suma, se trata de un acuerdo que fortalecerá las economías, establecerá un mercado potencial de 150 millones de consumidores y permitirá conformar un área de integración poderosa que vigorizará el crecimiento y el desarrollo, y que contribuirá a que se compita en mejores condiciones contra otras regiones del mundo.
El libre comercio no es un fin en sí mismo, sino un instrumento para fomentar el bienestar y activar el espíritu empresarial de la gente; es “la herramienta más poderosa para impulsar la competitividad de las economías, en tanto que pone los parámetros de competitividad justo en las preferencias de los consumidores a nivel global”, puntualizó.