Las elecciones federales de 2012 y el clima de inseguridad reportando en varios estados no son un riesgo para modificar la calificación soberana de México, aseguró Moody´s Investors Service.
Según Alberto Jones Tamayo, director general de la agencia de calificación de riesgo, en el corto plazo no ven que las elecciones del próximo año sean una presión:
“No tenemos ninguna inquietud ni pensamos que haya otra situación” de presión para la calificación “BAA1”, la cual se le dejó como “estable” y es una de las más altas en América Latina, señaló el economista.
El grado de inversión otorgado por Moody´s significa que México tiene un riesgo de crédito moderado, aunque puede poseer ciertas características especulativas.
El analista sostuvo que la violencia derivada por el combate del crimen organizado “es preocupante, pero no tiene un efecto que propicie un menor crecimiento económico de todo el país, ni será tomado en cuenta para modificar la calificación soberana”.
Actualmente, ya hay partes del norte de Chihuahua y otras zonas de Tamaulipas y Nuevo León donde se han tenido un efecto sensible por la violencia en el crecimiento económico y en la inversión; no así en el otorgamiento de crédito, dijo.
Las consecuencias negativas en esas entidades “son muy puntuales y discernibles, no son generalizadas ni son estatales” acotó.
Además, la calificación soberana de México involucra al gobierno federal en cuanto a qué tanto puede cumplir con sus obligaciones y por ese lado no vemos el tema de la inseguridad afecte la capacidad de pago del Ejecutivo, aclaró Alberto Jones.
Precisó que la inseguridad “es algo que naturalmente puede tener una secuela en el Producto Interno Bruto (PIB) en la medida de que desincentiva los niveles de inversión física o de inversión extranjera directa para la creación de nuevas empresas”, explicó el analista.
“La inversión financiera en México es muy favorable y sólida, además crece tanto la nacional como la internacional”, señaló.
Manifestó que el país está impactado por la condición del riesgo soberano de Europa y Estados Unidos de manera indirecta, ya que la economía global tendrá un menor crecimiento económico y una baja en número de exportaciones de bienes y servicios.
Añadió que la economía mexicana crecerá por debajo de 3% el siguiente año, aún con las elecciones, la crisis económica y la inseguridad.
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