BONN, Alemania. El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, logró arañar de la comunidad internacional una década más de apoyo financiero, aunque sin concretar cifras, y condicionada por la crisis que atraviesan sus grandes donantes así como por los avances democráticos y en la lucha contra la corrupción en el país.

 

En 2014 se completará, de acuerdo con el calendario previsto, la retirada de las tropas internacionales de Afganistán y la denominada transición, según la declaración final de la conferencia sobre Afganistán celebrada ayer en Bonn.

 

A partir de 2014 y hasta 2024 se entrará en la “Década de la Transformación”, añade la declaración de la conferencia, en la que participaron 85 países y 16 organismos internacionales.

 

Sobre la conferencia pesó la ausencia de Pakistán, que decidió no acudir por los ataques de la OTAN hace una semana en que murieron 24 soldados paquistaníes.

 

Sí acudió el ministro de Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, quien en sus tres minutos instó a la retirada inmediata de las tropas de la OTAN que, en su opinión, no han hecho más que causar la muerte de miles de civiles.

 

El secretario general de la ONU, Ban ki-Moon, había instado anteriormente a la OTAN, por supuesto en un tono mucho más moderado, a no poner en peligro las vidas de civiles.

En esos diez años, la comunidad internacional promete mantener su apoyo al Afganistán postaliban de Karzai, pero espera asimismo de éste que supere los déficit democráticos de que adolece el país y surja un Estado que respete los derechos humanos, en especial los de la mujer.

 

Afganistán se compromete a iniciar un proceso de paz “inclusivo”, para todo el pueblo afgano y orientado a los principios de la renuncia a la violencia, la ruptura con el terrorismo internacional, el respeto a la Constitución afgana y a los DDHH. (EFE)