Los niños que molestan a sus compañeros ya no se conforman con hacerles pasar un mal rato, ahora buscan que las víctimas de sus agresiones lleguen hasta el suicidio, advirtió el psicólogo estadunidense Michael Thompson, autor de nueve libros sobre el tema.
A partir de la observación que realiza sobre el comportamiento de los adolescentes en más de 800 colegios alrededor del mundo, incluido México, identificó esta nueva característica del bullying.
El problema se agrava en los menores de entre 12 y 13 años de edad, por ser la etapa en la que por los cambios físicos y emocionales existen más elementos para que los adolescentes se lastimen entre sí o sean objeto de burlas. En el caso de los niños, se estima que 15% (de entre 6 y 11 años) a nivel mundial son víctimas de bullying.
Advirtió que a raíz de este problema, lugares como Massachusetts, en Estados Unidos, han tenido que promulgar leyes antibullying en las que incluso se autoriza la intervención policiaca cuando se detecta que el nivel de agresión llega al grado de querer inducir a la víctima al suicidio.
“Ya van varios años consecutivos que en distintas ciudades de Estados Unidos tenemos este problema de suicidios de víctimas de bullying, se suicidan porque la agresión es muy fuerte y cuando lo molestan generalmente es un grupo el que lo hace, no una sola persona. Hay que estar muy atentos para que esto no se le salga de las manos a la sociedad”, advirtió.
Según el Instituto Josephson de Ética, en 2010, la mitad de los estudiantes de secundaría de colegios públicos en Estados Unidos habían intimidado a alguno de sus compañeros en el último año.
Pero, una cifra que se puede aplicar a América Latina, incluyendo México, “y que nos preocupa mucho” es que 47% de los estudiantes de entre 12 y 15 años han sido “seriamente” acosados.
Destacó que hoy en día cualquier pretexto es bueno para molestarse entre adolescentes, la nueva tendencia es molestar a quienes poseen o no gadgets como el iPhone o el iPad, “si en tu escuela hay mucha gente que tiene dinero para comprar estos juguetes y tú no lo tienes, te molestan y si los tienes, pero tus compañeros no, también te molestan”.
Thompson, quien dictó una videoconferencia desde Lima, Perú, llamó a las autoridades escolares y gobiernos de América Latina a elaborar leyes en la materia, que constituyan verdaderas soluciones “esto no se puede eliminar por completo, pero se puede controlar y la solución no es dejar que los policías entren a los colegios, esto pasa en Estados Unidos porque a los políticos no se les ocurrió nada más que hacer”.
Dejó en claro que el bullying no está en aumento, “lo que aumenta es la agresividad de este tipo de acciones: de las cosas que se escriben son cada vez más fuertes, el uso de vocabulario agresivo es más frecuente y las agresiones físicas también se hacen mas comunes”.
Un punto que recomendó a las autoridades escolares de América Latina es tomar en cuenta que la mayoría de los casos de bullying se reporta en escuelas ubicadas en zonas con altos niveles de pobreza.
“Hay que trabajar también con los profesores, porque en muchas ocasiones son los maestros quienes alientan el bullying con burlas o poniendo apodos y eso fomenta que los alumnos hagan lo mismo”.