BRUSELAS. Los líderes de la Unión Europea (UE) acordaron hoy medidas fiscales más estrictas que impondrían sanciones automáticas a los infractores del régimen del déficit en la zona euro, sin embargo Reino Unido rechazó sumarse al convenio.
 
Al término de la primera sesión de la cumbre del bloque, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, señaló que también se aprobó una nueva regla fiscal sobre presupuestos balanceados que será incluida en las respectivas constituciones nacionales.
 
Sobre disciplina presupuestaria se fijó que los países no tengan déficit estructurales anuales superiores al 0.5 por ciento del PIB (Producto interno bruto).
 
Los líderes también decidieron que el fondo de rescate permanente de la zona euro, el MEDE, tendrá un tope de 500 mil millones de euros, como insistió Alemania.
 
Luego de casi 10 horas de negociaciones que se extendieron hasta el viernes en la madrugada, los jefes de Estado y gobierno tuvieron que aceptar que Reino Unido y Hungría no participarán con un tratado de toda la UE.
 
Según Van Rompuy, de los 27 miembros de la UE, sólo los 17 países de la zona euro y otras seis naciones comunitarias ajenas a la eurozona se incorporarán al pacto con base en “tratados intergubernamentales”.
 
Los 17 países del euro y otros seis no miembros (Bulgaria, Dinamarca, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía) se mostraron dispuestos a unirse a ese nuevo tratado, mientras que Suecia y República Checa pidieron realizar consultas con sus parlamentos.
 
El bloque de los 27 sí estuvieron de acuerdo en reforzar con 200 mil millones de euros, a través de préstamos bilaterales, los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que pueda hacer frente a hipotéticos nuevos rescates de países en dificultades.
 
El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, había pedido un protocolo que permitiera eximir a Londres de algunas reglas sobre servicios financieros.
 
Cameron declaró que al Reino Unido no le interesa participar en el nuevo tratado porque él no podría obtener salvaguardas especiales para el centro financiero del país.
 
En declaraciones a la prensa, Cameron se ha mostrado “feliz” de no pertenecer al euro.