Investigadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) estudian el desarrollo de nuevos productos elaborados con desechos agroindustriales surgidos del maíz.
 
La institución señaló que han establecido contacto con el Grupo Industrial Maseca para fortalecer el análisis, ya que los residuos generados son objeto de investigación en la Facultad de Ciencias Químicas.
 
Dijo que en la industria alimentaria se utilizan una gran variedad de ingredientes y procesos para la obtención de un producto y aunque se busque aprovecharlos al máximo, siempre habrá generación de residuos.
 
“En México la tortilla es uno de los alimentos más consumidos, por lo que la industria de este ramo procesa anualmente millones de toneladas de maíz para su producción”, indicó.
 
Refirió que el ácido ferúlico es un compuesto que ayuda a prevenir la oxidación de moléculas, se encuentra presente en plantas proporcionando dureza y protegiéndolas contra el ataque de insectos y diversos factores ambientales.
 
El ácido ferúlico, destacó, tiene potenciales aplicaciones en el área cosmética, farmacéutica y de alimentos.
 
En cereales, explicó, el ácido ferúlico se encuentra principalmente presente en la cascarilla, siendo el maíz del cereal el que cuenta con mayor contenido de este antioxidante.
 
Resaltó que por lo anterior una de las metas del proyecto es obtener ácido ferúlico a partir de residuos del procesamiento de maíz.
 
La investigadora Mónica Sánchez González, expresó que “nos encontramos realizando esfuerzos para la recuperación de ácido ferúlico de los residuos de la tortilla utilizando metodologías de bajo impacto ecológico”.
 
Entre los logros obtenidos se encuentra el aislamiento de microorganismos con capacidad para vivir en ambientes alcalinos, normalmente la vida se realiza condiciones neutras o ligeramente ácidas, expresó.
 
La ventaja de estos microorganismos es que las enzimas excretadas pueden trabajar bajo condiciones alcalinas, una cualidad deseada en muchos procesos y se están estudiando estas enzimas para su mejor aprovechamiento, indicó.
 
Manifestó que otro residuo agroindustrial que se utiliza en esta investigación es el quitosano un derivado de la quitina, polímero obtenido del caparazón de los crustáceos.
 
La especialista destacó que el quitosano de bajo peso molecular posee propiedades antibióticas.
 
“Nuestro objetivo es unir las propiedades antibióticas del quitosano con las antioxidantes de ácido ferúlico para generar productos de utilidad para la industria alimentaria y cosmética”, dijo Sánchez González.
 
Este proyecto se realiza en colaboración con investigadores del CIATEJ de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del estado de Jalisco y de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
 
Expuso que hoy en día los más pequeños prefieren la comida chatarra y uno de sus objetivos es extraer los compuestos útiles de la comida saludable para aplicarla en los productos que prefieren los niños.(Notimex)