Diciembre puede convertirse en el peor mes del año debido al endeudamiento que la gente contrae a través de la tarjeta de crédito para la compra de regalos. “En estas fechas uno cae en la tentación, en la ilusión de que tenemos mucho dinero, aunque no sea real. Pero vemos que la gente hace compras, que hay ofertas en todos lados y nos emocionamos”, aseguró Sara Barajas Cortés, profesora de Contaiblidad y Finanzas del Tecnológico de Monterrey.
Cuando el efectivo es insuficiente, una de las prácticas más comunes, dijo la especialista, es el uso de la tarjeta de crédito. El problema es que meses después el efectivo tampoco es suficiente para cubrir los pagos de la tarjeta.
Las instituciones bancarias en sus páginas de internet y otros medios de publicidad recuerdan a los usuarios que tener una tarjeta de crédito no implica que se tenga dinero extra ni que los créditos sean una extensión de los ingresos.
“Hay que ser muy precavidos a la hora de utilizar las tarjetas porque en el momento de la compra o disposición probablemente no vemos como disminuye nuestro dinero, pero en el corto plazo ocurrirá porque hay que pagar las mensualidades”, se lee en el apartado de crédito de algunas entidades financieras.
Al realizar compras compulsivas, la persona no es consciente de sus ingresos reales y a la larga puede tener un impacto negativo en sus finanzas personales ya que a la hora de consumir olvidó tomar en cuenta que el dinero extra es el aguinaldo y la disposición de créditos.
Por ello, la especialista subrayó que el tarjetahabiente debe tener en cuenta su salario mensual y de cuánto puede disponer para cubrir las tarjetas de crédito, no sólo ahorita, sino durante todo el año.
“Las personas dicen creo que sí soy capaz de pagar y compran a 12, 24 o 48 meses, con lo que se endeudan para el siguiente año”.
A la hora de pagar la gente también olvida considerar que pueden ocurrir hechos inesperados y no ahorra. Puede pasar algún accidente, enfermedad, o un problema muy simple como una multa de tránsito que desbalancea el presupuesto de la gente y ello dificulta el pago de la tarjeta.
Además de revisar los ingresos, el ciudadano debería guardar una cantidad para empezar bien en enero. La académica sugiere que sea el 5% o 10% de todo el dinero extra que recibieron en diciembre, de esta manera, si surge un imprevisto habrá capacidad para hacerle frente y no se tendrá que recurrir al empeño de objetos o retiro de efectivo de otras tarjetas.