El mercado laboral tomó por sorpresa a quienes ahora tienen 40 años, nunca previeron la necesidad de tener algún estudio de posgrado, esta situación los pone hoy en desventaja frente a alguien más joven quien ya cuenta con alguna maestría o doctorado, destacaron expertos en educación y reclutamiento.
La falta de empleos ha llevado a que las nuevas generaciones permanezcan más tiempo en la escuela para cursar algún tipo de posgrado. Ahora las empresas exigen mayores requisitos para quienes aspiran a los puestos medios y altos.
La experiencia sigue siendo un factor importante, pero la preparación académica cobra cada vez más peso, advirtió Irving Alemán, gerente de reclutamiento de Kelly Services, empresa de colocación.
La exigencia de estudios adicionales a la licenciatura aumenta según la jerarquía del puesto que se ofrece; para el caso de gerencias, en dos de cada 10 vacantes se piden estudios de posgrado, en el caso de direcciones, cuatro de cada 10 piden maestrías o doctorados.
“A quienes tienen más de 40 años definitivamente el cambio en el mercado laboral los agarró por sorpresa. Indudablemente, si tienes el posgrado es más fácil colocarte, pero con una maestría no puedes sustituir 30 años de experiencia, por eso, muchas empresas ya están optando también por dar facilidades o becas a sus ejecutivos maduros que no tienen este tipo de estudios”, dijo Alemán.
Quienes tienen este tipo de estudios pueden obtener un sueldo entre 5 y 10% superior al de quienes no los tienen, pero también sus compensaciones variables pueden ser más atractivas.
Los puestos que exigen más estudios de posgrado, según un diagnóstico de Kelly Services son los administrativos, las industrias química y de perecederos, así como los relacionados con ingenierías.
Actualizarse a partir de los 40 años tiene relevancia, pues se estima que a esta edad ya se cuenta con la madurez personal y laboral para asumir los puestos de alta dirección.
Manuel Bermejo, director de la Unidad de Programas de Alta Dirección de la IE Business School de España, una de las pocas instituciones en el mundo con programas exclusivos para este segmento, consideró que existen tres grandes retos que deben formar parte de la agenda educativa del segmento ejecutivo mayor de 40 años.
Una de estas es la visión estratégica, que significa capacidad para comprender el entorno y anticiparse al cambio. Otra es la eficiencia en la gestión, “porque la estrategia sin resultados no vale” y, finalmente, liderazgo, ya que el directivo debe tener capacidad de movilizar a las personas y aterrizar proyectos.
En el caso de la IE, en los últimos cinco años la matrícula de mayores de 40 años en estudios de posgrado ha venido creciendo dos dígitos, “si el mundo cambia, también el ejecutivo debe cambiar”, dice.
Ambos coinciden en que durante los próximos años más cuarentones deberán regresar a las aulas, ya que quienes ahora están cursando estudios de licenciatura e incluso preparatoria tienen en sus planes estudiar posgrados.