Chilpancingo, Gro.- Apenas concluía el operativo de desalojo de los normalistas en la Autopista del Sol, el general Ramón Miguel Arriola Ibarría, con el rostro escurriendo sangre por una pedrada lanzada por los estudiantes, dijo a los reporteros: “El gobernador me mando limpiar y la carretera está limpia”.
Satisfecho, el hasta ese momento subsecretario de Prevención y Operación Policial -y cabeza del operativo frente a los normalistas de Ayotzinapa-, se retiraba de la escena del enfrentamiento rodeado de decenas de policías. Detrás de él quedaban en el piso los cuerpos de dos jóvenes normalistas.
El general Arriola, defenestrado ayer por el gobernador Ángel Heladio Aguirre, viene del gobierno de Zeferino Torreblanca y fue heredado por el ex secretario de Seguridad Publica y Protección Civil, Juan Heriberto Salinas Altés, al también destituido ayer secretario de Seguridad Pública, Ramón Almonte Borja.
Arriola, el “hombre duro” de la Policía Estatal preventiva y su jefe, Almonte, fueron las primeras cabezas que entregó el gobernador de Guerrero tras la muerte de dos estudiantes, junto con la del procurador General de Justicia, Alberto López Rosas.
Como encargado del despacho de la PGJE quedó el subprocurador Alejandro Hernández Paz, y en Seguridad Pública estatal, el subsecretario de Protección Civil, Humberto Calvo Memije.
En Acapulco, el vocero del estado de Guerrero, Arturo Martínez Núñez, presentó un video donde se observa a hombres -que fueron identificados por la oficina del gobierno local como agentes federales-, sometiendo a golpes a los estudiantes.
De las imágenes, grabadas por el Centro de Control, Comando y Cómputo de Chilpancingo, Martínez Núñez se reservó hacer comentarios adicionales, explicando que quedaba en manos de las autoridades investigadoras interpretar los hechos.
“Estoy Conmocionado”
El gobernador Aguirre Rivero declaró posteriormente que tomó la decisión de separar de sus cargos a los tres funcionarios, “porque esto facilitará las investigaciones, dará más certeza y transparencia al proceso de investigación. Lo hago también porque no tengo nada que ocultar. Mi conciencia la tengo tranquila”.
Indicó asimismo que solicitó a la Procuraduría General de la República realizar las investigaciones correspondientes. Incluso, señaló que si es necesaria la conformación de una fiscalía, colaborará para que así sea.
El mandatario estatal calificó los hechos ocurridos entre estudiantes y elementos de Seguridad Pública estatal como “lamentables y tristes” y agregó: “Estoy conmocionado por lo ocurrido ayer, y lo único que puedo expresar es mi condena y mi compromiso de que no habrá impunidad”.
Aguirre rechazó que elementos policíacos acudan a esas protestas armados. “Ha sido norma de mi gobierno para que en situaciones como la que ocurrió ayer, que nuestra policía acuda sin armas de fuego. Si alguien no lo acató, tendrá que enfrentar las consecuencias”. (Con información de Notimex)