El secretario estadunidense de Defensa Leon Panetta arrió hoy la bandera de su país, declaró en Bagdad el fin de la guerra en ese país, y precisó que “el sueño de un Irak independiente y soberano es ahora una realidad”.
Panetta agradeció su esfuerzo a todos aquellos estadunidenses que sirvieron en territorio iraquí a partir de la invasión en 2003 que derrocó al entonces presidente Saddam Hussein.
A la fecha unos cuatro mil soldados estadunidenses permanecen en Irak y está programado que se retiren antes del 31 de diciembre.
En su mensaje Panetta enfatizó el esfuerzo estadunidense para “ayudar al pueblo iraquí a dejar de lado a la tiranía y ofrecer la esperanza de prosperidad y paz para las generaciones futuras”.
Estados Unidos e Irak tendrán “una nueva relación basada en el interés y el respeto mutuos. No daremos la espalda a todos los que se han sacrificado para lograr los progresos en este país”, dijo.
Advirtió que “Irak probará su forteleza en los días venideros ante los grupos terroristas, que tratarán de dividir al país, pero es parte de las nuevas exigencias de la democracia”.
En la ceremonia, en las instalaciones militares estadunidenses cerca de Bagdad, el jefe del Pentágono arrió la bandera estadunidense, acto que simbolizó el final de la misión de combate en Irak.
El presidente estadunidense Barack Obama en rueda de prensa conjunta con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, señaló la víspera en Washington que el Irak que dejan las tropas estadunidenses es “soberano, autosuficiente y democrático”.
El presidente Obama advirtió también que tras la marcha de sus soldados “otros países no deben intervenir en Irak”.