El jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard; el gobernador mexiquense, Eruviel Ávila; y el secretario del Medio Ambiente federal, Rafael Elvira Quesada, pusieron en marcha el “Programa para mejorar la calidad del aire de la Zona Metropolitana del Valle de México 2011-2020”.

 

En el Cárcamo de Dolores, ubicado en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, Ebrard Casaubon felicitó al equipo a cargo del plan porque “es el mejor documento que hemos tenido en tres décadas. Es un programa extraordinario, muy bien hecho, con la información que se necesita y los objetivos claros”.

 

Sostuvo que la meta es que en nueve años se haga el equivalente a lo que se hizo en 24 años; es decir, “vamos a lograr una reducción de 50 por ciento de aquí a 2020, que es más o menos similar a los trabajos que se llevaron a cabo durante ese tiempo”.

 

Aunque admitió que se trata de una meta ambiciosa, expuso que lo positivo del programa es que detalla “cómo se va a hacer, quién lo va a hacer y cómo se verificará, qué tenemos que hacer en cada una de las acciones y qué significa para el Valle de México en su conjunto”.

 

Se trata, afirmó Ebrard, de cambiar el transporte público, “nosotros estamos construyendo el Metro; el Estado de México y el Gobierno Federal están promoviendo los suburbanos; nosotros estamos haciendo crecer el Metrobús 350 por ciento; el Estado de México está haciendo su esfuerzo también”.

 

El funcionario destacó que se han hecho inversiones importantes para ese fin con proyectos en beneficio de la población y refirió que “hay países, por ejemplo Estados Unidos, que están posponiendo decisiones desde hace dos décadas, porque nadie quiere tener problemas en la próxima elección”.

 

Con base en cifras de la Secretaría del Medio Ambiente capitalina, informó que cuando empezaron estos esfuerzos sólo ocho por ciento estaba dentro de la norma en la calidad del aire.

 

“La ciudad de México y, por supuesto, también el Estado de México vivían en una situación 92 por ciento del año totalmente por encima de la norma y se decía que esta capital era la ciudad más contaminada del mundo”.

 

Aseguró que la capital del país dejó de ser “la ciudad más contaminada del mundo, ahora se dice que 50 por ciento del tiempo estamos dentro de la norma, no quiere decir que ya se resolvió pero imagínense el cambio de lo que respirábamos entonces a ahora”.

 

El jefe de gobierno también destacó la presencia de Manuel Camacho, ex regente de la ciudad, y comentó que fue quien empezó a participar en estas tareas con el objetivo de salvar a la ciudad.

 

Este programa, abundó, pretende ser un instrumento dinámico en el conjunto de políticas públicas que se implementarán para continuar disminuyendo las emisiones y concentraciones de los contaminantes y de efecto invernadero durante la presente década.

 

Para el desarrollo de este nuevo programa se contó con la aportación de Mario Molina y sus estudios realizados en 2003 y 2006; además se realizaron talleres internacionales para conocer qué se está haciendo en otros países en materia de calidad del aire y recibir las recomendaciones de expertos de alto nivel.

 

El Proaire 2011-2020 toma en cuenta el desarrollo urbano, la congestión vehicular, la emisión de contaminantes criterio, tóxicos y de efecto invernadero. Se tomó como base el crecimiento de la mancha urbana y el desarrollo urbano, un análisis ecosistémico desarrollado para presentar nuevas alternativas en el mejoramiento de la calidad del aire.

 

Proaire agrupa en ocho estrategias, 81 medidas con 116 acciones que deberán ser aplicadas en los próximos 10 años en la Zona Metropolitana del Valle de México.