Este viernes empiezan las posadas, los brindis navideños y, desde luego, la degustación de la comida típica de la temporada, que de consumirse en exceso puede provocar problemas que van desde ganar unos kilos de peso hasta complicaciones para las personas con alguna enfermedad crónica.
En esta temporada la gente puede subir hasta cinco kilos debido al consumo extra de comida, alertó Guliana Padilla, investigadora de la carrera de Nutrición y Bienestar del Tecnológico de Monterrey.
“Tan sólo en la cena de Navidad o de Año Nuevo la persona puede subir dos kilos porque tan sólo en esta comida consume las dos mil 100 calorías que debemos considerar durante todo el día”, explicó la nutrióloga.
En esta etapa del año la gente come durante todo el día de manera cotidiana, a eso hay que sumarle lo que se sirve en la cena, que se compone de platillos pesados, las botanas previas y el alcohol que bebe antes, durante y después de los alimentos.
El exceso de alimentos es más dañino en el organismo de la gente que tiene alguna enfermedad, ya que puede provocar complicaciones y terminar la fiesta en la sala de urgencias de algún hospital, advirtió Guliana Padilla.
“La gente no tiene información, hay conductas inapropiadas para su enfermedad y dejan de llevar a cabo las indicaciones médicas que tienen”, indicó José Luis Aranza, subdirector médico del Hospital General zona 32 del IMSS.
Durante la temporada navideña, dijo, las visitas a la sala de urgencias se incrementa 40% en comparación con otras épocas, sobre todo de pacientes con enfermedades, que no tomaron su medicamento o consumieron alimentos que están prohibidos en su dieta diaria.
“La gente come en exceso en estas fechas. Los diabéticos comen platillos muy condimentados, alcohol, los postres y platillos grasosos.
Los hipertensos ingieren mucha sal y alcohol”, detalló el médico.
Esto provoca desde altos niveles de azúcar, descompensaciones y mareos, hasta infartos o anginas de pecho. La mayoría de estas complicaciones se pueden atender en consultas y sólo 20% requiere de hospitalización, detalló José Luis Aranza.
Para evitar estas complicaciones, los enfermos deben mantener su dieta diaria: evitar dulces, grasas, sal y, sobre todo, las bebidas alcohólicas. Además deben hacer ejercicio todos los días. Sólo así pueden “probar los platillos navideños, pero en pequeñas dosis, eso no está prohibido”.
La nutrióloga Guliana Padilla recomendó a las personas sanas elegir lo que comen, calcular las calorías y las porciones. “Sólo hay que aprender a escoger, evitar las botanas o comer algo saludable antes de la fiesta”.
Los especialistas coincidieron en que no hay que esperar hasta el 1 de enero para ponerse a dieta y hacer ejercicio. “¿Para qué dejarlo hasta Año Nuevo si podemos cuidarnos desde ahorita?”, reflexionó la nutrióloga.
Sólo en caso de que se haya caído en los excesos, Padilla sugirió incluir fibra en la dieta y hacer cinco comidas al día; tomar ocho vasos de agua, evitar los postres, comer carnes magras, comer a la hora adecuada y hacer ejercicio. De esta manera, se perderán los kilos extras de la Navidad.