Luego de ser exhibida en la pasada Muestra de la Cineteca Nacional, se estrena de manera abrupta y casi desapercibida la nueva cinta de Bruno Dumont, afamado cineasta francés que ha ganado dos veces el gran premio del jurado y una mención especial en la Cámara de Oro, todo ello bajo el marco del Festival Internacional de Cine de Cannes.
El cine de Dumont no suele ser del todo accesible al gran público. Su trabajo, que siempre ronda por la obsesión de lo religioso mezclado con lo sobrenatural, usualmente tiene un desarrollo pausado, con mínimos diálogos, participación de actores “no profesionales” y una economía de recursos que siempre exige atención y paciencia al público que se da la oportunidad de experimentar su cine. El de Dumont es el clásico cine etiquetado en los anaqueles del videoclub como “de arte”.
No obstante, Fuera de Satán (Hors Satan, 2011) se presenta como uno de sus trabajos más accesibles y cuya característica fascinante es una serie de conexiones con “Luz Silenciosa” (Carlos Reygadas, 2007), al grado que esta bien podría ser un obscuro remake de aquella cinta mexicana.
Francia, Pas-de-Calais, frente a la costa de Ópalo. Un paisaje de ominosa atmósfera azotado constantemente por un viento intransigente. Con este escenario de fondo conocemos a un vagabundo, de rostro duro, flemático, que no obstante se da tiempo de ponerse de rodillas y rezar de vez en cuando.
El hombre subsiste gracias a la generosidad de una joven de aspecto punk-emmo, quien le asiste con comida. A cambio, el vagabundo procura siempre por el bienestar de la chica, dejando muy pronto en claro que este hombre no conoce límites en cuanto a lo que está dispuesto a hacer por ella: “sólo hay un camino”, dice antes de meterle un tiro al padrastro de la chica luego de que ella le confiesa el acoso del que sufría.
Así, entre la meditación y el tedio existencial, la pareja desarrolla una dinámica que en términos simples podría catalogarse como amor: el hombre no abandonará nunca su compromiso con la chica, no dejará de protegerla y hacer por ella hasta lo indecible, aunque no le interese sexualmente; ella sin embargo está obsesionado por él, lo sigue a todas partes, busca robarle aunque sea un beso (sin éxito) y le insiste “¿Acaso no me deseas?”.
Enfrascados en silencios y tiempos muertos, la sui géneris pareja irá en esta constante senda de conflicto entre la aparente misión (¿divina o satánica?) por corregir todo aquello que esté mal, y el franco deseo de la chica por su protector.
Cinta demandante (aunque no en el mismo rigor de las anteriores de Dumont), pero que compensa la paciencia del espectador con un final apoteósico que recuerda al desenlace de Luz Silenciosa, resultando en una escena sumamente conmovedora. Son estos puentes con el cine de Carlos Reygadas (la pasión que quema a la pareja, el amor incondicional, la culpa y la redención) los que dan nueva luz sobre esta cinta, volviéndola en una pieza aún más interesante y en definitiva digna de darle una oportunidad.
Fuera de Satán (Dir. Bruno Dumont,2011)
3 de 5 estrellas.
Guión y Dirección: Bruno Dumont, Fotografía: Yyves Cape, Con: David Dewaele, Alexandra Lemâtre, Christophe Bon entre otros.
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