Los riesgos inflacionarios y cómo hay que enfrentarlos ya ha dividido a los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México, según se desprende de la minuta de la reunión de la Junta que se llevó a cabo el 1 de diciembre.

 

El documento que publicó el banco central el viernes pasado dice a la letra: “En cuanto al balance de riesgos para la inflación, algunos miembros de la Junta afirmaron que éste se encuentra en una posición neutra, es decir, las perspectivas no han empeorado. Por el contrario, algunos miembros consideraron que continúa deteriorándose”.

 

La reciente publicación de las minutas busca dar mayor transparencia a la toma de decisiones de la Junta de Gobierno del Banco de México en materia de política monetaria y de evaluación de riesgos para la economía mexicana. En las minutas se relatan las posturas que adoptaron los miembros asistentes a la Junta sobre cada uno de los asuntos discutidos aunque no se mencionan sus nombres.

 

En la última reunión del año –llevada a cabo el pasado 1 de diciembre- participaron cuatro de los cinco miembros de la Junta: Agustín Carstens, José Sidaoui, Roberto Del Cueto, y Manuel Sánchez, ante la ausencia en esta ocasión de Manuel Ramos Francia.

 

Esta minuta –a diferencias de las anteriores- es la que revela con mayor claridad que se han ahondado las diferencias entre los miembros de la Junta de Gobierno sobre la percepción y, muy probablemente, sobre las decisiones que el propio banco central toma en relación a la política monetaria e incluso sobre su influencia en las decisiones cambiarias a través de la Comisión de Cambios que preside el secretario de Hacienda.

 

Por el relato de la minuta se infiere que por lo menos dos de los miembros de la Junta –de los cuatro que asistieron- piensan que este balance de riesgos inflacionarios se ha deteriorado y lo ha hecho, en buena medida, por la devaluación que sufrió el peso frente al dólar desde mediados del año y hasta finales de noviembre pasado cuando se detuvo temporalmente por las nuevas medidas emitidas desde la Comisión de Cambios. Un asunto que aquí en este espacio hemos comentado ya en diversas ocasiones recientemente.

 

Incluso llama la atención que la minuta señale explícitamente que “todos los miembros de la Junta manifestaron que la depreciación del tipo de cambio podría constituir un riesgo al alza para la inflación” en tono de advertencia. Sin embargo no todos en la Junta piensan que la devaluación del peso “podría” afectar la formación de precios, sino que ya lo está haciendo como lo relata la propia minuta.

 

La discusión es relevante en el seno del Banco de México porque la fuerte devaluación reciente del peso frente al dólar no solo ha sido afectada por la volatilidad financiera internacional –como señala la minuta, sino que también fue alentada por una absurda política de compra de dólares (vía subastas y vía los petrodólares de Pemex) que el propio banco central implementó aumentando las reservas internacionales, en momentos en que el peso perdía aceleradamente valor frente al dólar con consecuencias negativas sobre la formación de precios internos y las expectativas inflacionarias.

 

En ese delicado terreno, asunto prioritario del banco central, la Junta está dividida.

 

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