El ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se presentó hoy ante el Tribunal de Milán en una audiencia más del llamado “proceso Mills”, en el que es acusado de corrupción.
Il Cavaliere arribó en su automóvil personal, escoltado por sus guardaespaldas y entró al Tribunal sin hacer declaraciones a la prensa.
En la audiencia fue interrogado a través de una videoconferencia desde Londres el abogado inglés, David Mills, a quien según la fiscalía Berlusconi pagó 600 mil dólares en los años 90, en recompensa porque no declaró en su contra en dos juicios previos en los que compareció como testigo.
Al inicio de la cita, los jueces advirtieron que Mills “está obligado a decir la verdad” como “testigo asistido” por su abogado.
Explicaron que no podía ser aceptada la tesis de sus defensores en el sentido de que debía ser interrogado como testigo-imputado (pues fue juzgado por el caso en otro proceso), lo que le habría permitido avalarse de la facultad de no responder.
Al ser interrogado por el fiscal Fabio Di Pasqule sobre el presunto soborno que recibió de Berlusconi, Mills manifestó que “sobre este punto ya he declarado varias veces y fui acusado de falsedad de testimonio, por lo que temo que ello pueda suceder hoy”.
Pero la presidenta del colegio de magistrados, Franceca Vitale, le recordó que en caso de no responder se convertiría automáticamente en “testigo reticente”.
En particular, el abogado inglés dijo no querer responder sobre el llamado “dividendo Horizon”, es decir, en relación a unos cinco millones de euros al cambio actual, que habrían sido desviados a través de sociedades off-shore por el conglomerado Fininvest de Berlusconi.
Según la acusación, Mills habría sido el “arquitecto” de esa iniciativa que habría permitido a Fininvest evadir el fisco y crear fondos ilegales.
Al final el abogado respondió a las preguntas del fiscal. Recordó haberse reunido con Berlusconi para discutir la creación de un fondo cuyos beneficiarios deberían haber sido los dos hijos mayores del ex primer ministro, Marina y Piersilvio, pero no dio mayores detalles.
Interrogado por De Pasquale sobre si Berlusconi había admitido en su presencia pagos hechos a su benefactor político, el ex primer ministro socialista, Bettino Craxi, Mills lo negó.
El abogado inglés ya fue condenado por mentir a los jueces a favor de Berlusconi, aunque al final se libró de la cárcel porque la Corte Suprema dictaminó que el delito había prescrito.
Lo mismo podía suceder ahora a Berlusconi, pues el delito que se le imputa en el proceso Mills prescribirá en febrero próximo.