PRAGA. Václav Havel, fallecido ayer en la ciudad de Praga a los 75 años, fue presidente de Checoslovaquia y de la República Checa. Fue un gran opositor al régimen comunista, que abanderó la “Revolución de Terciopelo” en 1989.

 

Dramaturgo e intelectual de prestigio, estaba considerado como uno de los dirigentes europeos más respetados por su defensa de la libertad y los derechos humanos.

 

Nacido en Praga el 5 de octubre de 1936, perteneció a una familia burguesa que poseía negocios de restauración y tuvo problemas para cursar estudios superiores por razones políticas.

 

Trabajó durante varios años como técnico en un laboratorio químico y finalizó el bachillerato en 1954. Entre 1955 y 1957 estudió en la Escuela Técnica Superior de Praga.

 

Al terminar el servicio militar en 1960, fue contratado en el Teatro de la Balaustrada de Praga como tramoyista y después como director de obra adjunto y dramaturgo. ‘La fiesta del jardín’ y ‘Memorándum’ fueron calificadas por la crítica como prometedoras.

 

En 1967 se licenció en la Escuela de Arte Dramático de la Academia de Bellas Artes de Praga.

 

Participó al frente del Club de Escritores Independientes en la Primavera de Praga, movimiento de reformas políticas que desencadenó la invasión soviética de 1968. Por esta razón, su obra fue prohibida en 1969 en Checoslovaquia y tuvo que abandonar la capital e instalarse en Trutnova.

 

Fue el promotor y portavoz de la iniciativa disidente ‘Carta 77’, documento firmado por 300 intelectuales de amplia repercusión internacional en el que se reclamaba democratización del régimen.

 

Miembro desde 1978 del Comité para la Defensa de los Injustamente Perseguidos (VONS), organización reivindicativa de ‘Carta 77’, estuvo bajo arresto domiciliario y fue sentenciado a cuatro años y medio de prisión, pero no interrumpió su actividad literaria y su colaboración con la prensa opositora clandestina.

 

La caída del muro de Berlín en 1989 favoreció un clima social contra el sistema autoritario checo que fue aprovechado por Havel junto a otros destacados intelectuales para poner en marcha el Foro Cívico (OF), plataforma que integró a las fuerzas de oposición al régimen comunista y lideró el proceso de transición democrática denominado ‘Revolución de terciopelo’.

 

El 29 de diciembre de 1989 fue nombrado presidente de la República Checoslovaca en sustitución de Gustav Husak y el 5 de julio de 1990 fue confirmado para un período de dos años por la Asamblea Federal surgida de las elecciones democráticas de junio.

 

Durante su gestión, trabajó por la integración de su país en las instituciones europeas y por la apertura de las relaciones diplomáticas.

 

Contrario al proyecto de no someter la división del Estado checoslovaco a referéndum, el 20 de julio de 1992 dimitió. Sin embargo, aceptó ser el primer presidente de la recién creada República Checa el 26 de enero de 1993 y tomó posesión del cargo el 2 de febrero.

 

El 20 de enero de 1998 fue reelegido por el Parlamento para un nuevo y último mandato de cinco años. Su trayectoria humana y política le convirtió en un referente ético.

 

En 2003 creó el Comité Internacional para la Democracia en Cuba (CIDC), desde el que reivindica la democracia para la isla. En abril de 2008 abanderó otra fundación, Fundación Europea para la Democracia por la Asociación (EFDP). Además, en Praga promueve el Fórum 2000 desde su creación en 1997, por iniciativa de él mismo, que reúne a personalidades de todo el mundo para debatir sobre cuestiones sociales y políticas.

 

Desde que en 1996 le fue extirpado un tumor en el pulmón derecho, sufrió numerosas hospitalizaciones por problemas respiratorios. La última tuvo lugar el 8 de marzo de 2011, tras sufrir una infección respiratoria aguda.

 

Václav Havel estaba casado con la actriz Dagmar Veskronova-Havlova, desde el 4 de enero de 1997. Su anterior mujer, Olga Splichawba-Havlova, había fallecido de cáncer en 1996. (EFE)