Un enfrentamiento entre integrantes del crimen organizado y policías estatales en los límites de Jalisco y Zacatecas, dejó un saldo de seis muertos y un arma asegurada por los elementos estatales.

 

 

La balacera se produjo en los límites de Milpillas, Zacatecas y San Cristóbal de la Barranca, Jalisco; los policías realizaban un patrullaje preventivo cuando intentaron detener a un comando armado a fin de revisarlos, sin embargo éstos respondieron abriendo fuego contra la autoridades, quienes al repeler la agresión mataron a seis de estos presuntos sicarios.

 

 

Tras la balacera, se inició una persecución por parte de las fuerzas estatales, pues presuntamente de fugaron alrededor de 20 sicarios quienes son buscados también por el helicóptero Black Hawk de la corporación, así como por tierra y refuerzos de la Policía Estatal por los que en un principio participaron en la refriega.