Gerardo Suzán Azpiri, investigador de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, alertó sobre enfermedades emergentes y re-emergentes, así como por el surgimiento de nuevos patógenos, resultado de la fragmentación de bosques y selvas.

 

En un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) asentó que esos escenarios se propician, además de con esta práctica, con la deforestación y la introducción de la ganadería, junto a los pastizales, en la superficie agrícola.

 

“Una de las consecuencia de fragmentar esos entornos es que, irremediablemente, se pierden especies vegetales y animales, y al mismo tiempo empiezan a dominar otras”, detalló.

 

Indicó que por ahora se reportan y van en aumento padecimientos asociados, desde el hantavirus, la enfermedad de Chagas y el dengue, hasta la tuberculosis”.

 

En general, “las zoonosis siempre nos han acompañado; están ahí, en sus ciclos evolutivos”, expuso, sin embargo, con la fragmentación de los bosques se invaden sus nichos y se interviene en los ciclos de estos patógenos y sus especies”.

 

Algunas desarrollan estrategias para protegerse, pero al mismo tiempo, los microorganismos han desplegado habilidades evolutivas para ser más eficaces, y se dispersan por toda la superficie del planeta, abundó.

 

Al entrar en los hábitats se empiezan a abrir fronteras entre los animales silvestres, los domésticos y el hombre, lo que constituye una oportunidad para que los patógenos antes asociados a una especie particular invadan a otra; muchos de ellos no son exitosos, pero otros sí, y éstos son los que se vinculan con males emergentes, dijo.

 

Aunque la mayor parte de esas afecciones son causadas por bacterias, se sabe que los virus ARN son los más propensos a mutar, lo que los hace más flexibles a adaptarse a una nueva especie.

 

Los reservorios de muchas de estas enfermedades tienen características comunes: se reproducen rápido, habitan en todo tipo de clima, a diferentes altitudes, y en todo tipo de vegetación; además, sus alimentos incluyen desde granos, hasta insectos.

 

Evolutivamente, su plasticidad adaptativa los ha obligado a enfrentarse a todo tipo de patógenos y sobrevivir a ellos; sin embargo, “como se acercan a los asentamientos humanos, o nosotros a ellos, son el puente de estas nuevas afecciones”.(Notimex)